Armisticio, un acuerdo de cesación de hostilidades activas entre dos o más beligerantes. En general, los términos, el alcance y la duración de un armisticio son determinados por los beligerantes contratantes. Un acuerdo de armisticio puede entrañar una cesación parcial o temporal de las hostilidades, denominada armisticio local o tregua, establecida para diversos fines específicos, como la recogida de los muertos. O puede implicar un armisticio general (i. e., una cesación total de todas las hostilidades), como el acuerdo de armisticio francés de 1940. Aunque una cesación total puede parecer equivalente a una terminación de facto de la guerra, no se reconoce legalmente como tal. En virtud del derecho internacional, sigue existiendo el estado de guerra y, con él, los derechos y deberes de los beligerantes y de las partes neutrales. Así pues, a menos que se acuerde otra cosa, las partes beligerantes podrán seguir manteniendo un bloqueo y realizando visitas a buques neutrales. La tendencia más reciente ha sido ampliar el alcance del armisticio para darle la forma y el contenido de un tratado de paz preliminar, como el acuerdo de armisticio firmado el 27 de julio de 1953, que puso fin a las hostilidades en la Guerra de Corea.
Las reglas generales relativas a un armisticio se formularon en la Conferencia de Paz de La Haya de 1907 y están contenidas en el reglamento de guerra terrestre de La Haya. De conformidad con las disposiciones de este reglamento, las hostilidades pueden reanudarse en un armisticio indefinido tras la debida notificación o tras una violación grave del armisticio. Los actos que constituyen una violación grave incluyen un avance deliberado, la toma de cualquier punto fuera de la línea de una parte y la retirada de las tropas de una posición desfavorable o débil.
El Armisticio del 11 de noviembre de 1918, que puso fin a la Primera Guerra Mundial entre Alemania y las potencias aliadas, se apartó de la forma habitual (1) al estar precedido por negociaciones entre los beligerantes, lo que resultó en un llamado acuerdo de «prearmisticio», y (2) al incluir cláusulas políticas y financieras además de los términos militares. Sus términos militares hicieron que la reanudación de las hostilidades fuera prácticamente imposible para Alemania, lo que excluyó la opción habitual en las armistias.
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