Cartas del tarot: ¿cuál es su origen?
La respuesta a esta pregunta no es muy precisa, pues no se conoce exactamente cuándo y dónde nació el tarot. Lo que sí se sabe es que su existencia es larga, pues se han encontrado pruebas de que el tarot ha existido en muchas civilizaciones diferentes desde hace miles años. Se usaba principalmente en Egipto, en India y en China pero también en otros países de Oriente y en algunas ramas de la Kabbala judía. La simbología de estas cartas remite a los fenómenos universales: la vida, la muerte, la tentación y el amor. En Occidente, el tarot apareció a finales del siglo XIV. En cuanto al tarot moderno, llamado tarot de Marsella, data del siglo XVI. Aunque existen diferentes variantes, se trata del juego o medio de adivinación más utilizado por los videntes. Cuenta con 78 cartas, que se llaman láminas o arcanos.
¿Qué son las cartas del tarot tradicional o tarot de Marsella?
Las 78 cartas del tarot tradicional, también llamado tarot de Marsella, se dividen en dos grupos: 22 arcanos mayores y 56 arcanos menores. Los arcanos mayores desempeñan un papel de carácter alegórico. Están compuestos por personajes de colores vivos, que ya se encontraban en las formas ancestrales del juego: el Mago, la Sacerdotisa, la Emperatriz, el Emperador, el Sumo Sacerdote, el Enamorado, el Carrro, la Justicia, el Ermitaño, la Rueda de la Fortuna, la Fuerza, el Colgado, la Muerte, la Templanza, el Diablo, la Casa de Dios (o la Torre), la Estrella, la Luna, el Sol, el Juicio, el Mundo y el Loco. A cada lámina le corresponde un símbolo particular. Los 56 arcanos menores se reparten en 4 grupos o colores, relacionados principalmente con los elementos, estaciones y signos astrológicos: los bastos (fuego, verano, Aries, Leo y Sagitario), las copas (agua, primavera, Cáncer, Escorpio y Piscis), las damas (tierra, otoño, Tauro, Virgo y Capricornio) y las espadas (aire, invierno, Géminis, Libra y Acuario). Cada color está constituido por 10 cartas numéricas y 4 figuras: el Rey, la Reina, la Sota y, por fin, el Caballo.
Leer las cartas: ¿ómo funciona el tarot?
Existen diferentes maneras de echar las cartas: El oráculo con dos cartas Con tres cartas El juego de la herradura con 7 cartas El oráculo para la pareja que se compone de 13 cartas Sin embargo, el ritual siempre se hace de la misma manera. El que quiere consultar baraja las cartas durante un largo momento y después corta con la mano izquierda hacia la izquierda, antes de devolver las cartas del tarot al vidente. Le toca el turno a este, que debe extender las cartas en la mesa para que el consultor pueda elegir las cartas que elige. Una vez terminada esta operación, el adivino o adivina dispone las cartas seleccionadas según el método que vaya a utilizar pero siempre de izquierda a derecha. ¡La interpretación ya puede empezar! A veces, los videntes solo usan los arcanos mayores para la adivinación. Entonces, si es el método que utiliza, no te preocupes. Cuando el juego está completamente dispuesto, los arcanos menores desempeñan un papel auxiliar y solo sirven para orientar de forma más precisa el significado de los arcanos mayores. Las cartas se interpretan en función de las láminas que las rodean. Asimismo, dependiendo de si aparecen derechos o del revés proporcionan un mensaje positivo o negativo. Lectura del tarot: una disciplina avanzada Las cartas se suelen echar durante una consulta presencial con el vidente, pero también es posible hacerlo por teléfono. El clima en el que se desarrolla el proceso es muy importante. Durante la consulta del tarot, la habitación en la que se hace tiene que estar tranquila, protegida del ruido exterior y de la luz solar. Una consulta eficiente y exitosa reside en el tacto, habilidad, talento y clarividencia del «profesional». Además, es primordial la receptividad del consultor. Si vas a una consulta, haz todo lo posible para ir relajada, sin presión. Viste ropa amplia, quítate las joyas y/o complementos, respira lentamente y concéntrate en las preguntas que te preocupan.
¿Cómo obtener las respuestas a tus preguntas?
Como la mayoría de las artes adivinatorias, el tarot ofrece respuestas a todas las preguntas de tipo afectivo, profesional, financiero y físico o sobre una persona en particular del entorno del consultor. Las cartas pueden dar predicciones muy concretas, sobre todo cuando se trata de preguntas sencillas cuya respuesta es un sí o un no. En este caso, los resultados pueden sorprender por su eficacia. Por otro lado, las cartas también pueden guiar al consultor en caso de que las preguntas efectuadas sean sobre la toma de decisiones acerca de diferentes aspectos de su vida. Según su posición, derecho o inverso y su lugar en el juego, cada arcano aporta un consejo. Los bastos, por ejemplo, son símbolo de un impulso creativo y, en su mensaje positivo, invitan a atreverse, a lanzarse a la acción. En su aspecto negativo, recomiendan posponer una empresa o decisión hasta una época más propicia. Los arcanos sitúan la previsión en el tiempo: estación o día de la semana; en el espacio: lugar de la previsión y en la duración: previsión a corto o a largo plazo.