¿no es divertido ir al cine? Además de comer un gran cubo de deliciosas palomitas de maíz con mantequilla, no hay nada como ver a tus estrellas de cine favoritas iluminar la gran pantalla.
Hoy en día, las salas de cine ofrecen una experiencia cinematográfica única. Ver una película en una pantalla 100 veces más grande que la televisión promedio deja boquiabiertos a la mayoría de los espectadores. Si tienes la oportunidad de ver una película en 3D, es aún más impresionante, ya que la acción parece saltar directamente de la pantalla hacia ti.
Damos por sentado gran parte de la tecnología detrás de las películas. Después de todo, la mayoría de nosotros hemos crecido en un mundo en el que los efectos especiales en las películas siempre han existido. ¿Ver a un perro que habla en una película? No es gran cosa! Los vemos todo el tiempo!
Sin embargo, la tecnología de películas no siempre ha sido tan impresionante como lo es hoy en día. Si miras hacia atrás a la historia de las películas, te darás cuenta de que las primeras películas ni siquiera tenían sonido. Puede que te cueste imaginar disfrutar de una película sin sonido, pero las primeras películas fueron revolucionarias.
Piénsalo. Vives hace más de 100 años en una época en la que las fotografías no son muy comunes. Para tomar una fotografía, se necesita un equipo muy caro y especializado. ¡Ahora trata de imaginar ver que esa fotografía cobra vida y realmente se mueve! El concepto de imágenes en movimiento era difícil de entender para muchas personas.
Varios pioneros de la tecnología fotográfica comenzaron a experimentar a finales del siglo XIX. Tomó un tiempo desarrollar incluso las técnicas más básicas que harían que una imagen pareciera moverse. La primera película en movimiento era una novedad que ni siquiera estaba destinada a entretener. En cambio, fue creado para responder a una pregunta científica.
En 1878, el inglés Eadweard Muybridge creó una breve imagen en movimiento conocida como El Caballo en movimiento. El senador de California Leland Stanford, que también era un magnate del ferrocarril, propietario de caballos de carreras y fundador de la Universidad de Stanford, le pidió a Muybridge que usara la tecnología para resolver una pregunta debatida por los propietarios de caballos: cuando un caballo corre, ¿alguna vez tiene los cuatro cascos levantados del suelo al mismo tiempo?
Muybridge utilizó varias cámaras para filmar un caballo en movimiento. Luego tomó las fotografías separadas y las ensambló en una película en stop-motion que demostró de manera concluyente que la respuesta a la pregunta de Stanford era sí, cuando un caballo corre, hay una fracción de segundo durante la cual los cuatro cascos se levantan del suelo simultáneamente.
La mayoría de las primeras películas que siguieron a la breve demostración de Muybridge de lo que se podía lograr con la tecnología cinematográfica fueron películas cortas y mudas. Muchas duraban solo unos segundos. Las primeras películas creadas para entretenimiento duraban solo unos minutos.
Durante las siguientes décadas, la tecnología cinematográfica creció a pasos agigantados con la invención de las primeras cámaras cinematográficas. A medida que la tecnología mejoraba, las compañías de producción de películas comenzaron a hacer películas y los empresarios comenzaron a abrir cines para mostrar las películas.
En la década de 1920, las compañías de producción cinematográfica comenzaron a agregar sonido a las películas. En 1927, El cantante de Jazz se convirtió en el primer largometraje de larga duración en presentar diálogos sincronizados con la imagen para crear una verdadera película «parlante».