Movement Matters, una organización paraguas que representa a los principales grupos nacionales en el Reino Unido que representan a personas con dificultades de coordinación, ofrece la siguiente definición:
El Trastorno de Coordinación del Desarrollo (DCD), también conocido como dispraxia, es un trastorno común que afecta la coordinación motora fina y/o gruesa en niños y adultos. La DCD está reconocida formalmente por organizaciones internacionales, incluida la Organización Mundial de la Salud. La DCD es distinta de otros trastornos motores, como la parálisis cerebral y el accidente cerebrovascular, y ocurre en toda la gama de habilidades intelectuales. Los individuos pueden variar en la forma en que se presentan sus dificultades: estas pueden cambiar con el tiempo dependiendo de las demandas ambientales y las experiencias de vida, y persistirán hasta la edad adulta.
Las dificultades de coordinación de una persona pueden afectar a la participación y el funcionamiento de las aptitudes para la vida cotidiana en la educación, el trabajo y el empleo. Los niños pueden presentar dificultades para cuidarse a sí mismos, escribir, mecanografiar, andar en bicicleta y jugar, así como otras actividades educativas y recreativas. En la edad adulta, muchas de estas dificultades continuarán, así como el aprendizaje de nuevas habilidades en el hogar, en la educación y en el trabajo, como conducir un automóvil y hacer bricolaje. Puede haber una serie de dificultades concurrentes que también pueden tener graves repercusiones negativas en la vida cotidiana. Estos incluyen dificultades sociales y emocionales, así como problemas con la gestión del tiempo, la planificación y la organización personal, y también pueden afectar la educación de un adulto o las experiencias de empleo.
La Fundación Dispraxia se suma a la descripción de Movement Matters, reconociendo las muchas dificultades no motoras que también pueden experimentar las personas con la afección y que pueden tener un impacto significativo en las actividades de la vida diaria. Estos incluyen la memoria, la percepción y el procesamiento, así como problemas adicionales con la planificación, organización y realización de movimientos en el orden correcto en situaciones cotidianas. Aunque la dispraxia puede ocurrir de forma aislada, con frecuencia coexiste con otras afecciones, como el Trastorno Hiperactivo por Déficit de Atención (TDAH), la dislexia, los trastornos del lenguaje y las deficiencias sociales, emocionales y de comportamiento.
La Fundación Dispraxia también brinda apoyo a las personas afectadas por dispraxia verbal (también conocida como «apraxia infantil del habla»), que puede ocurrir junto con dificultades de coordinación motora o como una afección separada. Se proporciona por separado una definición e información sobre la dispraxia verbal.
Fundación Dispraxia (2015)