El proceso de diagnóstico de sarcoidosis implica una historia clínica, un examen físico y múltiples pruebas. Debido a que la causa de la enfermedad es incierta, estas pruebas están destinadas a eliminar la posibilidad de que los síntomas sean el resultado de otra afección.
En la mayoría de los pacientes, un diagnóstico definitivo de sarcoidosis requiere una biopsia (como de piel, ganglio linfático o pulmón) para determinar si están presentes granulomas, pequeñas colecciones de células inmunitarias. La prueba cutánea de Kveim-Siltzbach también se puede utilizar para diagnosticar sarcoidosis. Mount Sinai es el único lugar en los Estados Unidos que ofrece la prueba Kveim-Siltzbach, que es un diagnóstico en hasta el 80 por ciento de nuestros pacientes y elimina la necesidad de procedimientos más invasivos, incómodos y costosos.
Una vez confirmado el diagnóstico de sarcoidosis, se utilizan pruebas adicionales para determinar la extensión de la enfermedad, la necesidad de tratamiento y los resultados esperados de ese tratamiento. Debido a que los pulmones están más afectados, los resultados de las pruebas secuenciales evalúan la respiración del paciente.
Las pruebas suelen incluir:
- Tomografía computarizada de tórax y radiografía de tórax (que muestran el aspecto de los pulmones)
- Pruebas de función pulmonar (que muestran el funcionamiento de los pulmones)
- Análisis de sangre adicionales para determinar si otros órganos que no sean los pulmones están afectados por la sarcoidosis y si estos órganos funcionan correctamente
- Análisis de orina y análisis de sangre para medir los niveles de calcio porque el calcio elevado puede causar dificultades renales
- Se pueden solicitar otras pruebas, como ecocardiogramas, monitoreo Holter , tomografías computarizadas, tomografías por PET y tomografías por resonancia magnética, según sea necesario
Dependiendo de cada resultados de las pruebas del paciente, nuestros médicos de sarcoidosis recomendarán una de las varias opciones de tratamiento