Los jueces que dicten sentencias a delincuentes con enfermedades mentales o dificultades de aprendizaje tendrán que siga las pautas específicas por primera vez.
En Inglaterra y Gales se están publicando nuevos proyectos de directrices para la imposición de penas a fin de garantizar que los tribunales sean justos a la hora de decidir la responsabilidad de los delincuentes con enfermedades mentales por sus delitos.
Se podría ver a algunos delincuentes con trastornos mentales recibir sentencias más leves.
Una organización benéfica lo llamó un «gran paso» para el sistema de justicia.
El proyecto de nuevas directrices del Consejo de Sentencias de Inglaterra y Gales se aplica a los delincuentes de 18 años de edad que padecen trastornos como problemas de aprendizaje, esquizofrenia, depresión, estrés postraumático, demencia y trastornos derivados del uso indebido de drogas o alcohol.
Significa que los jueces y magistrados tendrían que considerar varias cuestiones al determinar cuánta responsabilidad tienen los delincuentes con enfermedades mentales por sus delitos, entre ellas:
- ¿La condición del individuo afectó su capacidad de ejercer un juicio apropiado, tomar decisiones racionales o pensar con claridad?
- ¿Buscaron ayuda y no recibieron el tratamiento o la atención adecuados?
- ¿Hubo elementos de premeditación o planificación previa en el delito?
- Si el delincuente exacerbó su condición al beber o tomar drogas, ¿era consciente de los efectos potenciales de hacerlo?
La nueva orientación no tiene por objeto cambiar la práctica de imposición de penas, sino proporcionar a los jueces y magistrados una «estructura clara» a seguir.
Y el hecho de que un delincuente tenga tal condición o trastorno no significa necesariamente que recibirá una sentencia diferente, dice el borrador de la guía.
Explica: «En algunos casos, la condición puede significar que la culpabilidad se reduce significativamente, en otros, la condición puede no tener relevancia para la culpabilidad.»
La jueza Rosa Dean, miembro del Consejo de Sentencias, dijo: «La salud mental del delincuente es solo un elemento que los tribunales deben considerar, y la guía se esfuerza por equilibrar los derechos y las necesidades de los delincuentes con la protección del público, los derechos de las víctimas y sus familias, y su necesidad de sentirse seguros.»
Y Lucy Schonegevel, de la organización benéfica Repensar la Enfermedad Mental, dijo: «Este es un gran paso para que el sistema de justicia tenga una mejor comprensión de las enfermedades mentales, ya que es la primera vez que habrá directrices de sentencia específicas en esta área.»
- ‘El día que fui a la cárcel, recuperé mi vida»
- Crimen impulsivo «debería provocar una prueba de TDAH»
- Los jueces vuelven los tribunales de adentro hacia afuera
- El equipo de salud mental de la prisión’
El Consejo de Sentencia dijo que los datos sugieren que las personas en el sistema de justicia penal tienen más probabilidades de sufrir problemas de salud mental que la población en general.
Según un informe de 2017, casi una cuarta parte (23%) de los reclusos que llegaban a la cárcel habían estado previamente en contacto con los servicios de salud mental.
Un portavoz del Ministerio de Justicia dijo: «Es vital que los tribunales tengan una orientación clara y coherente en estos casos, a menudo complejos, para que se aborde la salud mental del delincuente y se mantenga a salvo al público.»
El proyecto de directrices, que está sujeto a consulta, debe seguirse a menos que un juez o magistrado considere que ello no redunda en interés de la justicia.
Se utilizará junto con las directrices actuales, que existen para garantizar que las sentencias sean coherentes en los diferentes tribunales. El Consejo de Sentencias tiene una serie de directrices sobre diferentes factores.
Actualmente, se compilan informes previos a la sentencia para los delincuentes, lo que puede ayudar al tribunal a decidir qué sentencia dictar. La organización benéfica Repensar Enfermedades Mentales dice que estas pueden incluir información sobre problemas de salud mental o problemas con las drogas y el alcohol, por ejemplo.