Se pueden ver y sentir linfomas de piel. Pueden aparecer como:
- Pápulas (lesiones pequeñas similares a granos)
- Parches (lesiones planas)
- Placas (lesiones gruesas, elevadas o reducidas)
- Nódulos o tumores (bultos o protuberancias más grandes debajo de la piel)
Las lesiones a menudo son picor, escamosas y de color rojo a púrpura. El linfoma puede aparecer como más de un tipo de lesión y en diferentes partes de la piel (a menudo en áreas no expuestas al sol). Algunos linfomas de piel aparecen como un sarpullido en parte o la mayor parte del cuerpo (conocido como eritrodermia). A veces, las lesiones más grandes pueden abrirse (ulcerarse).
Junto con los problemas de la piel, en casos raros el linfoma de la piel puede causar síntomas generales, como:
- Pérdida de peso inexplicable
- Fiebre
- Sudoración profusa (suficiente para empapar la ropa), en particular por la noche
- Picor intenso
A veces, un linfoma de piel puede llegar a los ganglios linfáticos (pequeñas colecciones de células inmunitarias del tamaño de un frijol), lo que puede hacerlos más grandes. Un ganglio linfático agrandado se puede sentir como un bulto debajo de la piel en el cuello, las axilas o la ingle.
La mayoría de estos síntomas tienen más probabilidades de ser causados por otras afecciones menos graves. Sin embargo, si tienes alguno de ellos, es importante que lo revise un médico para que se pueda encontrar la causa y tratarla, si es necesario.