¿Cómo se trata el síndrome de dumping?
Los cambios en la dieta pueden ayudar a reducir la gravedad de los síntomas o evitar que se produzcan. Estos cambios incluyen:
- Aumentar la ingesta de proteínas y fibra
- Comer de 5 a 6 comidas pequeñas al día
- Agregar agentes espesantes para que los alimentos sean menos acuosos
Para algunas personas, los médicos recetan medicamentos, como acetato de octreotida (Sandostatin®). Este medicamento se administra en forma de inyección. Puede tomarlo diariamente (de acción corta) o como una inyección de acción prolongada que recibe una vez al mes. El acetato de octreotida ralentiza la velocidad a la que se vacía el estómago. También impide que el páncreas libere insulina en respuesta a los alimentos.
Otro medicamento, acarbosa (Precose®), puede ayudar a prevenir el síndrome de descarga tardía. Lo hace al disminuir la velocidad a la que su cuerpo absorbe los carbohidratos.
Si el síndrome de dumping es causado por su historial de cirugía gástrica, o si sus síntomas no responden a otros tratamientos, su médico puede recomendar cirugía adicional. El tipo de cirugía depende de las cirugías que haya tenido antes.
¿Qué complicaciones están asociadas con el síndrome de dumping?
La mayoría de las personas que viven con el síndrome de dumping experimentan solo síntomas leves. Si tiene síntomas más graves, puede ser difícil mantener su peso. La pérdida de peso puede ocurrir cuando los nutrientes salen del tracto gastrointestinal más rápido de lo que pueden ser absorbidos. Si los cambios en la dieta y los medicamentos no son suficientes para controlar el síndrome de dumping, el médico puede recomendar una cirugía. Sin embargo, la cirugía para corregir el síndrome de dumping tiene una baja tasa de éxito. Los médicos recomiendan la cirugía solo como último recurso.
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