The Office, la comedia estadounidense que fue furor durante los primeros años del 2000, se vio golpeada por la salida de Steve Carell, quien se puso durante siete temporadas en la piel de Michael Scott, el alma de la sitcom. Los fanáticos sintieron la ausencia del Gerente regional de la compañía de distribución de papel. A pesar de que por años se dio por sentado que el intérprete se marchó por decisión propia, nuevas revelaciones indican que su salida no fue voluntaria.
El libro de Andy Greene, The Office: The Untold Story of the Greatest Sitcom of the 2000s, revela que el motivo de la salida de Carell estuvo relacionada a la actitud de la cadena NBC.
En abril de 2010, el actor contó a la BBC que la séptima temporada podía ser la última para él ya que se le terminaba el contrato. En ese momento, varios medios se hicieron eco de la información pero las autoridades del canal no lo llamaron para renegociar.
Steve Carell interpretaba a Michael Scott ,el protagonista de The Office.
«Me senté a hablar con él una vez y me contó la historia. Estaba haciendo una entrevista en la radio y mencionó sin querer que la séptima temporada podía ser la última en la que apareciese. No había pensado decirlo en voz alta, puesto que no había tomado una decisión firme», explica en el libro Brian Wittle, mezclador de sonido de The Office.
«Pero entonces vio que nadie relacionado con la serie contactó con él, pese a que sus declaraciones provocaron noticias. Nadie le llamó ni le preguntó si quería marcharse o si se sentía cómodo. Al no recibir respuesta alguna, pensó que tal vez a los ejecutivos realmente no les importaba si se iba o no y que quizás debería enfocarse en otros proyectos. Cuando ya se supo que estaba considerando seriamente abandonar el proyecto, nadie de la cadena hizo esfuerzo alguno en intentar retenerle», detalló.
Kim Ferry, estilista de la serie coincide con Wittle, y señala a NBC como la gran responsable. «No quería dejar la serie. Había hablado con la cadena de que pensaba firmar por dos años más. Tanto él como su agente estaban dispuestos a negociar una ampliación. No sé qué pasó exactamente… pero él había planeado quedarse», comentó.
Las autoridades de NBC no le renovaron el contrato a Steve Carell para seguir en The Office.
«Todo estaba dispuesto, él había puesto de su parte, pero cuando llegó la fecha límite, en la que se suponía que el canal debía hacerle una oferta, no hubo nada. Entonces, su agente dijo: ‘Bueno, supongo que no quieren renovarte por algún motivo’. Lo cual fue una decisión absurda de la cadena, creo yo», agregó.
Randy Cordray, productor de la serie, explicó que en el momento que debían hacerse las negociaciones, la cadena de televisión estaba atravesando un cambio de dirección, y Bob Greenblatt, el nuevo director, no era un gran seguidor de The Office. Esa podría haber sido la causa.
El mayor miedo de Carell era que el público pensara que se iba por razones personales. «Fue alucinante cómo sucedió. Me dijo: ‘No me quiero ir, no lo entiendo. Me siento mal porque creo que mucha gente piensa que me fui por deseo propio y eso no es del todo cierto’. Nos dejó devastados su partida, él era el alma de la serie», dijo la estilista en el libro.
Posiblemente la NBC se dio cuenta de su error ya que logró que el personaje de Carell estuviera presente en el capítulo final de la serie, que tuvo dos temporadas más sin él y que cumplió 15 años de su primera emisión el 24 de marzo.
E.S.