Ninguna terapia para aplicaciones clínicas hasta ahora
Las lesiones o enfermedades de los nervios del sistema nervioso central resultan en discapacidades de por vida, como paraplejia causada por un daño a la médula espinal o ceguera después de la lesión del nervio óptico. «Las terapias de regeneración nerviosa para aplicaciones clínicas aún no están disponibles», señala Dietmar Fischer. Esto se debe a que las fibras nerviosas, los llamados axones, o no producen proteínas esenciales para su regeneración, o no producen suficientes. «Si identificáramos dichas proteínas y activáramos su producción mediante terapia génica, tendríamos a nuestra disposición métodos novedosos y aplicables para la regeneración nerviosa», dice Fischer.
Su equipo dio un paso hacia este objetivo al descubrir que la proteína LIM muscular (MLP), que desempeña un papel crucial, por ejemplo, en el corazón, también se produce en las células nerviosas del sistema nervioso central bajo ciertas condiciones.
La MLP estabiliza las estructuras en los conos de crecimiento
Los científicos demostraron que la producción de MLP en las neuronas se induce si se las estimula artificialmente para que crezcan fibras nerviosas. En el proceso, la proteína se reunió en las puntas de las fibras recrecibles, donde estabilizó las estructuras en los llamados conos de crecimiento que desempeñan un papel esencial en la regeneración. Esta fue la primera evidencia de que la MLP tiene un papel fisiológico en otros tejidos además del músculo.
Si los investigadores bloqueaban la función de la proteína o suprimían su producción, la capacidad de las células nerviosas para crecer axones se reducía significativamente. Si, por el contrario, los investigadores implementaron terapia génica para hacer que las células nerviosas dañadas produjeran MLP, los axones respectivos mostraron un aumento significativo de su capacidad regenerativa. En los animales, el crecimiento de axones en el nervio óptico lesionado aumentó considerablemente en comparación con los animales que no se sometieron a la terapia.
Más estudios a seguir
«En el Departamento de Fisiología Celular, continuaremos estudiando si métodos similares pueden promover la regeneración en otras regiones de un cerebro lesionado o de la médula espinal. después de un derrame cerebral», concluye Fischer.