Entre 1519 pacientes con lesiones espinales que ocupan espacio, 66 pacientes mostraron patologías de la duramadre espinal. Se revisaron las características neurorradiológicas y quirúrgicas y se analizaron los datos clínicos.
Se distinguieron divertículos durales saculares (tipo I, n = 28) causados por defectos de ambas capas durales, disecciones entre capas durales (tipo II, n = 29) debidas a defectos de la capa interna y ectasias durales (tipo III, n = 9) relacionadas con cambios estructurales de la duramadre. Para todos los tipos, los síntomas consistieron en dolor local seguido de signos de radiculopatía o mielopatía, mientras que un paciente con ectasia dural presentó síndrome de baja presión y 10 pacientes con disecciones durales hernia de médula espinal adicional. Las patologías de tipo I y tipo II requerían la oclusión de sus defectos durales a través de enfoques extradurales (tipo I) o intradurales (tipo II). Para patologías de tipo III del saco dural no se recomendó cirugía. Se obtuvieron resultados favorables en los 14 pacientes con tipo I y en 13 de los 15 pacientes con patologías tipo II sometidos a cirugía.
La mayoría de las patologías durales que involucran mangas de raíces nerviosas permanecen asintomáticas, mientras que las del saco dural comúnmente conducen a dolor y síntomas neurológicos. Los divertículos saculares durales (tipo I) y las disecciones entre capas durales (tipo II) se trataron con buenos resultados a largo plazo que ocluyeron sus defectos durales, mientras que las ectasias durales (tipo III) se manejaron de forma conservadora 4).