¿Cómo era el Jesús histórico? ¿Quién era Jesús como persona?

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La Biblia revela muchas de las características que muestran cómo era Jesucristo como persona durante Su vida terrenal. Si bien los siguientes descriptores no incluyen todos los aspectos revelados en la Escritura, es claro de estos ejemplos que Jesús reflejó los atributos de Su naturaleza divina a través de la personalidad y las acciones de Su cuerpo humano.
Jesús fue un gran maestro. Después de Su Sermón en el Monte en Mateo 5-7, se nos dice, «Y cuando Jesús terminó estas palabras, las multitudes se asombraron de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como sus escribas» (Mateo 7:28-29).
Jesús era un sanador. Numerosas sanaciones de Jesús están registradas en los Evangelios. Mateo 14:14 señala, «Cuando llegó a tierra, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, y sanó a sus enfermos.»
Jesús fue un hacedor de milagros. Los escritores del Evangelio registran al menos 35 milagros de Jesús. Muchos milagros adicionales claramente no fueron mencionados (Juan 21: 25).
Jesús era una persona de compasión. Vio a la gente como ovejas sin pastor (Mateo 9:36), satisfizo sus necesidades para el hambre (Mateo 15:32), y lloró ante la tumba de Lázaro (Juan 11:35).
Jesús era perfecto en sabiduría. Incluso a una edad temprana, los maestros religiosos reconocieron este atributo ,» Y todos los que le oían se asombraban de su entendimiento y de sus respuestas» (Lucas 2:47).
Jesús era perfecto y nunca pecó como persona, a pesar de las tentaciones del diablo (Mateo 4:1-10). Jesús citó la Palabra de Dios para resistir la tentación y evitar el pecado. Hebreos 4:15 enseña que Jesús fue » uno que en todo ha sido tentado como nosotros, pero sin pecado.»
Jesús era un siervo. Marcos 10: 45 enseña, «Porque aun el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Filipenses 2: 6-7 dice, » aunque era en forma de Dios, no consideró la igualdad con Dios como algo a lo que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo.»
En Su humanidad, Jesús cuidó a los necesitados (Mateo 25), enseñó la verdad de Dios, siguió la voluntad de Dios, sirvió como un amigo fiel (Juan 13) y ofreció Su vida en nombre de los demás. Su vida nos proporciona un ejemplo perfecto para vivir hoy como aquellos enfocados en las prioridades de Dios y honrando al Señor con nuestras vidas.