¿Cómo se diagnostica el eccema?
Los síntomas del eccema pueden parecerse a otros trastornos de la piel, por lo que siempre consulte al pediatra de su hijo. Un diagnóstico incluye una historia clínica completa y un examen físico.
¿Cómo se trata?
Debido a que todavía no hay una cura para el eccema, nuestros objetivos de tratamiento son reducir la picazón y la inflamación de la piel, y prevenir infecciones. El mejor tratamiento para el eccema es proactivo, con cuidado suave de la piel e hidratantes para restablecer la barrera de la piel.
La piel de los bebés y niños mayores debe mantenerse bien hidratada y lavarse con limpiadores sin jabón sin fragancia. También recomendamos un humectante a base de ungüento sin fragancia, con vaselina como el único o el primer ingrediente. En niños pequeños y bebés, es razonable usar un ungüento de hidrocortisona tópica de venta libre, que es un esteroide tópico suave, durante un máximo de una semana.
Pero si el sarpullido persiste o si descubre que necesita usar la hidrocortisona más de una semana al mes, debe hablar sobre el uso adicional con el pediatra de su hijo. Puede aplicar el ungüento, según lo prescrito, y luego una capa de humectante a base de vaselina, para ayudar a mantener la humedad.
Para los niños en edad escolar, que no quieren ser tan grasientos, generalmente hablamos de cremas. Sin embargo, en cuanto a los bebés, cuando su piel se seca mucho, recomendamos una pomada a base de petróleo como capa superior. Además de proporcionar la mejor protección de barrera, los ungüentos no pican ni queman cuando se aplican; las cremas y lociones a veces pueden hacerlo cuando la piel está inflamada y muy seca. Los humectantes se deben aplicar al menos dos o tres veces al día; para los niños que usan pañales, cada cambio de pañal puede presentar una oportunidad fácil de humectar la piel. El uso más frecuente de humectantes da como resultado un mejor control de la picazón y una necesidad menos frecuente de esteroides tópicos, y ayuda a restaurar la función de barrera natural de la piel.
Para niños de todas las edades con eccema, o propensos al eccema, los baños deben ser breves (menos de 15 minutos) en agua tibia, para evitar que la piel se seque demasiado. Los niños deben estar protegidos contra rascarse la piel (los pequeños guantes pueden ayudar a los bebés) y contra los irritantes que entran en contacto con la piel, como los detergentes agresivos y ciertos tejidos (incluida la ropa de cama). Para reducir la irritación potencial de la piel, los bebés y los niños con eccema deben usar solo algodón u otra ropa de fibra natural junto a la piel, con la excepción de la lana, por supuesto. Y deben protegerse contra ambientes fríos (o muy calurosos) para ayudar a prevenir una reacción cutánea.