«No ven nada malo en la regla de que a los vencedores pertenecen los despojos del enemigo.»
` William Marcy en Discurso ante el Senado de los Estados Unidos, enero de 1832
El Presidente Andrew Jackson Anuncia su Política de Rotación en el Cargo, en su Primer Mensaje Anual al Congreso, 8 de diciembre de 1829
Extracto:
Hay, tal vez, pocos hombres que puedan por un largo período de tiempo disfrutar de cargos y poder sin estar más o menos bajo la influencia de sentimientos desfavorables para el fiel desempeño de sus deberes públicos. Su integridad puede ser una prueba contra las consideraciones impropias que se dirigen inmediatamente a sí mismos, pero tienden a adquirir el hábito de mirar con indiferencia los intereses públicos y de tolerar una conducta de la que un hombre no practicado se rebelaría. El cargo es considerado como una especie de propiedad, y el gobierno más bien como un medio para promover los intereses individuales que como un instrumento creado únicamente para el servicio de la gente. Corrupción en algunos y en otros una perversión de los sentimientos y principios correctos desvía al gobierno de sus fines legítimos y lo convierte en un motor para el apoyo de unos pocos a expensas de muchos. Los deberes de todos los funcionarios públicos son, o al menos admiten que se han hecho, tan claros y simples que los hombres de inteligencia pueden calificarse fácilmente para su desempeño; y no puedo sino creer que se pierde más por la larga permanencia de los hombres en el cargo de lo que generalmente se gana por su experiencia. Someto, por lo tanto, a su consideración si la eficiencia del Gobierno no se promovería y la industria oficial y la integridad se asegurarían mejor mediante una extensión general de la ley que limita los nombramientos a cuatro años.
En un país donde las oficinas se crean exclusivamente para el beneficio del pueblo, nadie tiene más derecho intrínseco a ocupar un puesto oficial que otro. No se establecieron oficinas para prestar apoyo a determinados hombres con cargo al presupuesto público. Por lo tanto, no se comete ningún error individual mediante la destitución, ya que ni el nombramiento ni la continuación en el cargo son una cuestión de derecho. El titular se convirtió en oficial con el fin de obtener beneficios públicos, y cuando éstos requieren su destitución, no deben sacrificarse en aras de intereses privados. Son las personas, y solo ellas, las que tienen derecho a quejarse cuando un mal oficial es sustituido por uno bueno. El que es removido tiene los mismos medios de ganarse la vida que disfrutan los millones que nunca ocuparon un cargo. La limitación propuesta destruiría la idea de propiedad ahora tan generalmente conectada con la estación oficial, y aunque algunas veces se pueda producir angustia individual, al promover esa rotación que constituye un principio rector en el credo republicano, daría una acción saludable al sistema.
Andrew Jackson: «Primer Mensaje Anual», 8 de diciembre de 1829. En línea por Gerhard Peters y John T. Woolley, The American Presidency Project. http://www.presidency.ucsb.edu/ws/?pid=29471.