Las lágrimas emocionales, un medio de comunicación exclusivamente humano, son complejas y rara vez son objeto de investigación científica. Los mismos nervios, receptores y transmisores parecen estar involucrados en su producción que los utilizados para los desgarros basales y reflejos. Sin embargo, los estímulos deben ser recibidos en un contexto cognitivo/social, detectados por «centros de inducción» en el telencéfalo y enviados a los centros efectores. Se han detectado concentraciones elevadas de proteínas, prolactina, manganeso, potasio y serotonina en las lágrimas emocionales. Varias teorías tratan de explicar la razón y el beneficio de las lágrimas emocionales. Una serie de factores, como el grupo étnico, el estatus social, la profesión, la situación hormonal, el género y el umbral individual, influyen en si un individuo es un «pregonero» o un «no portador».»Las lágrimas manipuladoras son un arma fuerte para desequilibrar a otras personas, y la expresión «lágrimas de cocodrilo» se usa tanto para lágrimas manipuladoras como para lágrimas gustolacrimales aberrantes. El llanto patológico ocurre durante la depresión, pero también ocurre en el contexto de una enfermedad del sistema nervioso central como ataques de llanto prolongados sin causa ni emoción. La ausencia de desgarro emocional se observa en trastornos congénitos, a menudo sindrómicos.