Desde la creación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) a principios de la década de 1960, la cuestión central de cómo operarlas y dotarlas de personal ha seguido siendo una discusión constante. Los primeros estudios demostraron una disminución de la moralidad cuando el personal se alteró de proveedores remotos a proveedores a tiempo completo en el sitio. Además del cambio hacia proveedores in situ de tiempo completo, la estructura de la atención diaria también ha sufrido cambios de paradigma significativos. Varios estudios han revelado la importancia y el beneficio de las rondas multidisciplinarias con comunicación directa y abierta de los objetivos diarios. En particular para los pacientes cardíacos en estado de shock, dos estudios recientes han proporcionado datos sólidos que demuestran una disminución significativa de la mortalidad en las UTIS con proveedores in situ a tiempo completo. Este beneficio fue aún más pronunciado para los pacientes apoyados con oxigenación por membrana extracorpórea. Estos datos apoyan la práctica de cuidados intensivos con (1) personal de proveedores in situ a tiempo completo, (2) rondas multidisciplinarias y (3) un entorno seguro con comunicación abierta entre los miembros del equipo.