Según la leyenda, Aquiles era el hijo de la ninfa del mar Tetis y Peleo, Rey de los famosos guerreros conocidos como Mirmidones. Criado por el centauro Quirón, Aquiles creció hasta convertirse en el mayor guerrero del mundo, famoso por sus hazañas durante la Guerra de Troya, en parte descritas por Homero en su poema épico la Ilíada.
Sin embargo, el atributo más famoso de Aquiles fue mencionado por primera vez en un texto del siglo I d. C.: su invulnerabilidad a las lesiones, excepto por su talón.
De acuerdo con esta historia, su madre, Tetis, intentó asegurar su inmortalidad sumergiendo al bebé Aquiles en el río Estigia, pero su talón, donde lo sostenía, no fue tocado por el agua mágica.
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Así que fue que, durante la Guerra de Troya, fue asesinado por una flecha disparada en su talón por el príncipe troyano París, cuya fuga con la hermosa (y casada) Helena provocó la guerra con los griegos.
Común hoy en día, la metáfora se usó por primera vez en 1840, aunque Samuel Taylor Coleridge acuñó una frase similar en 1810 al describir «Irlanda, ¡ese talón vulnerable del Aquiles británico!»
Este artículo se publicó por primera vez en la edición de abril de 2015 de History Revealed