Son múltiples las situaciones que nos pueden producir picor en la cabeza, cuello y orejas. Podemos encontrar desde procesos patológicos severos, a simples respuestas del organismo a estresores internos o externos.
Entre las diferentes situaciones podemos encontrar:
- patologías de naturaleza dermatológica
- sistémica (más graves en algunos casos)
- alérgicas
- por agentes exógenos
- factores emocionales
- factores diopáticas
- factores funcionales
¿Cuáles son las causas más frecuentes de picor en cabeza, cuello y orejas?
Pues encontraremos que la edad es el elemento más importante para determinar las posibles causas de los picores de cabeza, cuello y orejas. Por ejemplo; en la edad pediátrica nos encontramos con la pediculosis y las dermatitis atópicas. En cambio, en la edad adulta es más frecuente encontrarse con la dermatitis seborreica con la formación de eccemas o hipersensibilidades a productos cosméticos.
Mencionar, que en ambos grupos etarios nos encontraremos con los picores de cabeza, cuello y orejas en los afectados por las alergias. El motivo es que se puede complicar el cuadro alérgico con el denominado dermografismo, produciendo picor en las áreas de fricción y respuesta inflamatoria local y transitoria.
También decir, que en algunas ocasiones las respuestas de los lactantes, infantes a infecciones virales tienen manifestaciones dermatológicas de características centrífugas y cráneo caudales. Sin embargo lo que las caracteriza es que se dan de forma transitoria, no permaneciendo en el tiempo.
Entre las enfermedades de la piel, como he nombrado la dermatitis seborreica, dermatitis atópica, psoriasis van a producir picor en cabeza, cuello y orejas.
Realmente existen una gran cantidad de noxas que pueden producir picores. Hasta personas con patología psicógena pueden experimentar picor en cabeza, cuello y orejas sin encontrar una razón aparente. No obstante estas personas pueden llegar a producirse importantes lesiones dérmicas.
¿Cómo luchar contra el picor de cabeza, cuello y orejas?
Lo más importante de todo, es una buena anamnesis, en la que se contemplen los antecedentes personales y familiares, los hábitos, etc… Seguidamente una minuciosa exploración, con la petición de las pruebas complementarias que se consideren necesarias.
Con esto tenemos una importante aproximación diagnóstico. Solo se deberá hacer el diagnóstico diferencial con unas pocas entidades nosológicas que nos orienta la exploración.
Las aportaciones del agua de mar en la patología dermatológica son amplias. También en lo referente a los efectos sobre el sistema inmunológico, como un interesante coadyuvante.
René Quinton obtuvo interesantes resultados en dermatología y en el equilibrio del medio interno en su práctica clínica diaria. Posteriormente se han llevado a cabo múltiples estudios que han confirmado sus teorías iniciales y descubierto algunas de las citocinas que se ven influenciadas por los efectos del agua de mar.
- Kimata y col. Comprobaron como el consumir agua de mar mejoraba los desequilibrios minerales y los síntomas cutáneos, con disminución de los niveles de IgE séricas y activadas, además de las IL-4, IL-13, IL-18 en afectados de dermatitis atópica.
Por otro lado, el Departamento de Dermatología, de la Universidad de California, comprobaron cómo; el agua de mar, NaCl, KCl inhibieron de forma significativa la pérdida de agua transepidérmica. Este es un indicador de la función de la barrera cutánea y de la capacitancia, en comparación al agua desionizada, en voluntarios a los que se les producía una dermatitis de contacto irritativa.
El empleo de la Terapia Marina, tanto por vía tópica como oral es un buen complemento para los procesos patológicos de la piel, donde muchos de ellos están implicados en la aparición de picor en cabeza, cuello y orejas.