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Probablemente haya escuchado que la vitamina D para bebés y niños es importante para su salud. A menudo llamada vitamina del sol, la vitamina D ayuda al cuerpo a absorber el calcio y apoya el desarrollo de huesos y dientes sanos. El bajo nivel de vitamina D también se ha relacionado con una serie de enfermedades, incluidos trastornos autoinmunes, enfermedades mentales, enfermedades cardiovasculares, tumores y diabetes.
El cuerpo produce vitamina D de forma natural en respuesta a la radiación ultravioleta del sol. Pero la mayoría de los canadienses no reciben suficiente exposición al sol, especialmente en invierno, para producir niveles saludables de vitamina D. Por lo tanto, Health Canada recomienda usar dieta y suplementos para asegurarse de que su hijo reciba suficiente vitamina D.
¿Es la comida una buena fuente de vitamina D para bebés y niños?
Algunos alimentos, como el salmón, el atún enlatado, los champiñones, el brócoli, la col rizada y la espinaca, contienen vitamina D, mientras que otros, como la leche y las alternativas a la leche, están fortificados con ella. La investigación muestra que los niños que beben más leche tienden a tener niveles más altos de vitamina D y la Sociedad Pediátrica Canadiense dice que las bebidas fortificadas pueden ser fuentes adecuadas de vitamina D para los niños si el niño consume suficiente a diario. Si su hijo toma bebidas fortificadas con vitamina D al menos una vez al día, es más probable que sus niveles de vitamina D estén dentro del rango saludable.
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Cuando se trata de bebés, la fórmula para bebés contiene vitamina D, sin embargo, los niveles de vitamina D en la leche materna dependen del estado de vitamina D de la madre, y la mayoría de los bebés amamantados no obtendrán suficiente vitamina a través de la leche materna sola.
» Si bien la leche materna es una excelente fuente de nutrición, es muy baja en vitamina D», dice Ahuva Magder-Hershkop, dietista registrada de Midtown Pediatrics en Toronto.
¿Cuál es la dosis correcta de vitamina D para bebés y niños?
Aunque es posible obtener vitamina D de forma natural y a partir de alimentos fortificados, la realidad es que la mayoría de las personas no obtienen suficiente y necesitarán suplementos.
Health Canada recomienda 400 UI por día para bebés amamantados menores de 12 meses de edad, y 600 UI por día para niños y adultos de 1 a 70 años. Estas recomendaciones están muy por debajo de los niveles máximos de ingesta tolerables para cada grupo de edad.
Dado que la fórmula para bebés ya contiene vitamina D, es posible que los bebés alimentados con fórmula no necesiten un suplemento de vitamina D. Consulte con su proveedor de atención médica, ya que existe un ligero riesgo de consumir demasiada vitamina D, lo que puede causar toxicidad por vitamina D, si un bebé alimentado con fórmula recibe un suplemento adicional.
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«Muchos padres simplemente escuchan una declaración general sobre complementar a sus bebés con vitamina D sin considerar cómo planean alimentarse y, como con cualquier vitamina, más no siempre es mejor», explica Magder-Hershkop. Consulte con su médico lo que necesita saber sobre la vitamina d para los bebés y los niños de su familia.
¿Cuál es la mejor manera de complementar la vitamina D para bebés y niños?
Hay muchos tipos diferentes de suplementos de vitamina D, incluidas tabletas, gomitas y gotas, para que los padres elijan.
«Las gotas son la forma más fácil de conseguir que los niños tomen vitamina D. En lugar de una gomita o una pastilla, es una pequeña gota formulada para edades específicas», dice Magder-Hershkop.
Las gomitas son otra buena opción si su hijo pequeño o mayor las prefiere.
«Para los bebés, recomiendo a los padres colocar una gota en un chupete y permitir que su hijo lo succione durante al menos 30 segundos», explica Magder-Hershkop. Si su bebé no usa un chupete, puede colocar la gota en el pecho mientras amamanta, en el pezón del biberón del bebé o directamente en la boca.
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Para los niños mayores, es tan simple como poner una gota debajo de la lengua, una cosa rápida y fácil de hacer que ayude a su hijo a mantenerse saludable.