Zonas habitables circunestelares: una visión general

Revisamos aspectos de las zonas habitables circunestelares basados en los resultados reportados en la Primera Conferencia Internacional sobre Zonas Habitables Circunestelares (celebrada en 1994 en el Centro de Investigación Ames de la NASA). Los avances recientes en el modelado de transferencia radiativa atmosférica han demostrado que las zonas habitables circunestelares son más anchas de lo que se pensaba. Las nuevas consideraciones pueden permitir una escala de tiempo mucho más corta tanto para el origen como para la evolución de las formas biológicas. Las estrellas enanas M más abundantes, al contrario de las vistas anteriores, parecen ser capaces de soportar las condiciones necesarias para una zona habitable a su alrededor. Los nuevos modelos de formación de planetas indican que al menos un planeta debería formarse dentro de la zona habitable circunestelar de estrellas enanas individuales, independientemente de su masa. Los materiales biogénicos también parecen estar muy extendidos y la entrega a los planetas terrestres a través de impactos cometarios puede ser un mecanismo viable. Finalmente, la biología modificará un planeta y proporcionará retroalimentación positiva, en general, para aumentar la habitabilidad de un planeta. En general, las nuevas consideraciones astronómicas, planetarias y biológicas parecen indicar que las zonas habitables alrededor de otras estrellas pueden estar más extendidas y ser más estables de lo que la investigación anterior había indicado.

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