Causas de la sobrepesca

Información extra Manejo sostenible-la pesquería de abadejo de Alaska

Disminución de las poblaciones de peces – demasiado complejo para explicaciones simples

Si una población de peces sobrevive a largo plazo o se pesca hasta el punto de agotamiento depende de la cantidad de pescado capturado. Esto viene determinado principalmente por el esfuerzo pesquero desplegado. El término «esfuerzo pesquero» comprende la combinación de la estructura de la flota dentro de una pesquería determinada, los artes de pesca y la tecnología de pesca utilizados, y la cantidad de tiempo dedicado a la pesca. Otro factor que influye en los volúmenes de captura es la demanda de los consumidores, por ejemplo, para determinadas especies de pescado o para productos que han sido transformados de una manera particular. En última instancia, es la demanda de los consumidores la que determina en qué medida el esfuerzo pesquero redunda en beneficio de los pescadores.
Las posibilidades de pesca también están influidas por diversos factores ecológicos. El ecosistema marino

comprende no sólo las diversas poblaciones de peces, cada una de las cuales se caracteriza por su densidad de población individual y su estructura de edad, sino también el entorno biótico (vivo) y abiótico (no vivo). El entorno biótico incluye depredadores como mamíferos marinos, aves y peces depredadores, así como presas como plancton y otras especies de peces. También incluye especies de flora y fauna que interactúan con las poblaciones de peces de otras maneras: los corales son un ejemplo, ya que forman hábitats para los peces. Los parámetros clave del entorno abiótico incluyen la temperatura, la salinidad y la concentración de oxígeno, así como la calidad del agua.
Las interacciones entre los diversos factores que influyen en el ecosistema son muy complejas y, por lo tanto, difíciles de determinar. También pueden cambiar con el tiempo, por ejemplo, como consecuencia del calentamiento global.

La demanda de los consumidores y el esfuerzo pesquero también afectan indirectamente al ecosistema marino. Dependiendo del volumen y la composición de la captura, la estructura de edad y la densidad de las poblaciones de peces pueden cambiar, lo que puede afectar a la coexistencia de las diversas especies de flora y fauna marinas.

Objetivos ecológicos y económicos de la política pesquera

El plan de aplicación adoptado en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (CMDS) de Johannesburgo de 2002 estableció la cantidad máxima de pescado que puede capturarse anualmente con el fin de proteger las poblaciones de peces del mundo. Esto se conoce como rendimiento máximo sostenible (RMS). El RMS es la captura máxima anual que puede capturarse de la población de una especie durante un período indefinido sin poner en peligro esa población. El volumen de la captura que puede mantenerse durante un período indefinido depende del tamaño de la población. Para muchas poblaciones, el tamaño de la población que permitiría el RMS equivale aproximadamente a la mitad de la población de equilibrio natural sin actividad pesquera.
Dado que las especies de peces varían en cuanto a su valor comercial, la variable económicamente pertinente no es el peso de las capturas en toneladas, sino el valor del rendimiento pesquero. Los costes de pesca son la segunda variable económica importante de una pesquería determinada. Un aumento del esfuerzo pesquero conlleva mayores costes de explotación debido al aumento de los costes de los insumos, como los salarios, el combustible y los aparejos de pesca. En consecuencia, la pesca es especialmente rentable si la diferencia entre el rendimiento de la pesca y los costes totales es suficientemente grande. De forma análoga al RMS, el valor de la mayor diferencia positiva entre los ingresos totales y los costes totales de la pesca se conoce como rendimiento económico máximo (MEY). 6.10 > Descripción esquemática de una pesquería marina. Las flechas blancas muestran la ruta que sigue el pescado desde el mar hasta el consumidor. Las flechas de color verde oscuro muestran los impactos de la demanda de los consumidores y el esfuerzo pesquero en los volúmenes de captura y el ecosistema marino.

Información Extralos beneficios de la pesca

Incentivos económicos para la sobrepesca

Desde una perspectiva económica, el problema de la sobrepesca surge porque las poblaciones de peces marinos son un recurso «común»: un pez, una vez capturado, pertenece al pescador, mientras que un pez que todavía está en el mar no lo es. Visto en términos económicos, un pez en el mar tiene valor en virtud de que se reproduce y continúa ganando peso, lo que significa que el rendimiento de la pesca aumentará en el futuro si el pez permanece en el mar. Por lo tanto, hay un precio asociado con la captura de peces porque este valor se pierde. En el caso de poblaciones sobreexplotadas, que necesitan una recuperación especial, este precio puede incluso superar el precio de mercado obtenido por el pescado desembarcado. Sin embargo, dado que las poblaciones de peces son un recurso común, en una pesquería de acceso abierto y completamente no regulada nadie paga nunca el verdadero precio económico. Por esta razón, los costes económicos de la pesca se subestiman y se capturan muchos más peces de los que son económicamente razonables.

Si una población de peces tiene un tamaño que permite alcanzar el rendimiento económico máximo (MEY), existe un fuerte incentivo para que los pescadores desplieguen buques adicionales o trabajen turnos adicionales a fin de aumentar sus ingresos personales. Esto significa que en una pesquería abierta, el esfuerzo pesquero se incrementará hasta que sea prácticamente imposible para cualquier pescador generar beneficios en absoluto.
Además, las subvenciones estatales permiten mantener la pesca incluso cuando los costes directos del esfuerzo pesquero ya hayan superado el valor del rendimiento pesquero. Los costes de explotación individuales de los pescadores se reducen en muchos casos mediante subvenciones directas o indirectas. Cada año, en todo el mundo, se pagan más de 10.000 millones de dólares a los pescadores en forma de subsidios a los combustibles o mediante programas de modernización, de los cuales el 80% corresponde a los países industrializados.
Según cálculos del Banco Mundial, el esfuerzo pesquero mundial debería reducirse entre un 44% y un 54% para maximizar los beneficios económicos totales de la pesca mundial, es decir, para lograr el máximo rendimiento económico. El Banco Mundial estima actualmente que la pérdida de beneficios netos futuros debido a la sobrepesca es del orden de los 50 000 millones de dólares anuales, una cifra sustancial en comparación con el valor total anual desembarcado del pescado a nivel mundial, es decir, alrededor de 90 000 millones de dólares.
Otra dificultad importante para el éxito de la regulación de la pesca, en términos de rendimiento económico máximo (MEY), es la aplicación y el seguimiento continuos. Si una pesquería en particular es altamente rentable, los pescadores pueden verse tentados a aumentar sus ingresos haciendo desembarcos ilegales. Se estima que alrededor de un tercio de todos los productos de la pesca que llegan al mercado proceden de la pesca ilegal o de actividades pesqueras que eluden los acuerdos internacionales. Pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR)

obstaculiza los esfuerzos por conservar y mantener las poblaciones de peces. La pesca INDNR no es llevada a cabo solo por unos pocos empresarios privados que violan deliberadamente la ley y los derechos de pesca de otros. También se trata de buques matriculados en países cuyas normas propias no se ajustan a las adoptadas por la comunidad internacional o que carecen de la capacidad para establecer mecanismos de control. Por consiguiente, la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada perjudica principalmente a la pesca artesanal en las regiones costeras de los países en desarrollo. El costo económico mundial anual de la pesca INDNR se estima en al menos 10 mil millones de dólares estadounidenses.