Las manos son tu carta de presentación en una entrevista de trabajo, en una cita (hay estudios que aseguran que las mujeres en lo primero que se fijan es en los ojos y las manos) y en cualquier situación que te puedas imaginar. A veces no es fácil tenerlas cuidadas y más si eres de los adictos al gimnasio y has comprobado cómo los callos han salido a la luz en las palmas de tus manos.
Se trata de uno de los ‘males’ que afectan a los más deportistas, ya que salen fácilmente con el roce de mancuernas y pesas. Como más vale prevenir que curar, usa siempre guantes a la hora de hacer ejercicio para evitar la fricción de los materiales del gimnasio con tus piel.
Lo primero que debes hacer para que tus manos luzcan un buen aspecto es aplicar una crema hidratante a diario (vayas al gym o no). Puedes usarla justo después de la ducha o cuando vayas a irte a dormir.
En el mercado farmacéutico y de cosmética masculina existen diferentes marcas con productos específicos. Lo ideal es tener siempre un exfoliante suave con el que reducir las durezas y después aplicar un sérum ultrahidratante que alise la piel y evite que se vuelvan a producir.
Un truco casero
Si ya tienes callosidades en las palmas, que dan ese aspecto áspero a tus manos, te recomendamos sumergirlas en agua templada con un poco de vinagre de manzana. Mantén las manos un rato en remojo. Después pasa una piedra pómez para eliminar las pieles muertas que se han ahuecado por la acción del agua.
Una vez nos hayamos asegurado de quitar todas las pieles muertas, limpia las manos con agua y aplica crema calmante e hidratante para dejar la zona en perfecto estado.