La miocarditis se define simplemente como la inflamación del músculo cardíaco. Por lo general, es causada por una infección de cualquier número de patógenos. Sin embargo,» hay muchas, muchas causas diferentes», dice la Dra. DeLisa Fairweather, Ph.D., Directora de Investigación Traslacional del Departamento de Medicina Cardiovascular del campus de Mayo Clinic en Florida. «Hay muchos virus que causan, así como muchos tipos de bacterias, hongos, protozoos, parásitos, toxinas, y más.»Aquí, Fairweather y la Fundación para la Miocarditis describen algunas causas comunes y tipos de infección cardíaca que usted debe conocer.
De lejos, el tipo más común de infección cardíaca que puede conducir a miocarditis es viral. Cuando el cuerpo detecta virus en su sistema, produce citoquinas para combatirlos. Estas diminutas proteínas están diseñadas para interferir con las capacidades de señalización del virus y evitar que se reproduzca. La desventaja, sin embargo, es que las citocinas también pueden inflamar el corazón.
El virus más común que causa miocarditis en los Estados Unidos es el virus coxsackie. Este es un tipo de enterovirus que afecta naturalmente a los intestinos, lo que resulta en gripe estomacal. Sin embargo, si escapa de los intestinos y llega al corazón, el virus coxsackie puede causar miocarditis. Mientras tanto, en Europa, las causas más comunes de miocarditis son los parvovirus y los adenovirus. En Asia, la causa común es el virus de la hepatitis C, mientras que en África hay muchas infecciones por el VIH. Sin embargo, actualmente, el causante más frecuente de miocarditis en todo el mundo es el SARS-CoV-2, el virus responsable de la COVID-19.
Infecciones cardíacas bacterianas
Las infecciones cardíacas bacterianas no son tan comunes como las virales. En la mayoría de los casos, las bacterias en el torrente sanguíneo simplemente pasan sin causar una infección. Sin embargo, ciertos tipos de bacterias pueden adherirse a partes del corazón ya dañadas. Por lo general, esto es el resultado de bacterias que viven en la boca, la garganta o el intestino. Otras causas comunes son la tuberculosis, el estreptococo o la bacteria estafilococo.
Para infectar el corazón, las bacterias deben ingresar al torrente sanguíneo de alguna manera. Lo más común es que esto ocurra a través de un corte. También puede ser causada por bacterias intestinales que entran en la sangre después de una infección intestinal. A diferencia de las infecciones virales, las bacterias no suelen causar miocarditis. En cambio, las infecciones bacterianas suelen provocar endocarditis cuando las bacterias se asientan en las paredes internas del corazón y las válvulas.
Otras causas de una infección cardíaca
Los virus y las bacterias no son las únicas causas posibles de una infección cardíaca. La inflamación puede ser el resultado de cualquier tipo de sustancia hostil en el cuerpo, desde hongos hasta parásitos, toxinas y más. Algunos casos de miocarditis incluso son causados por hipersensibilidad a ciertos medicamentos o picaduras de insectos, así como por lesiones cardíacas no cicatrizadas.
Planificación de tratamientos eficaces
Para tratar eficazmente la infección cardíaca, los médicos primero deben conocer su causa raíz. El médico puede tomar una biopsia (una pequeña muestra de tejido) y estudiarla al microscopio. Si hay células inmunitarias visibles, el tipo de inflamación puede ayudar al médico a decidir qué medicamento es el mejor. También pueden realizar una prueba de PCR para determinar si existe una infección bacteriana o viral. Si es así, el médico puede recetar medicamentos antibacterianos y antivirales. Los medicamentos antibacterianos o antivirales combaten la causa en su origen, mientras que los medicamentos antiinflamatorios evitan que el sistema inmunitario cause más daño.
«Sin embargo, lo más importante a recordar es que la miocarditis es un riesgo importante de muerte cardíaca», dice Fairweather. No importa la causa de la infección, los medicamentos estándar para la insuficiencia cardíaca son una parte necesaria del tratamiento para ayudar a un paciente a recuperarse. Para obtener más información sobre las infecciones cardíacas, comuníquese con la Fundación para la Miocarditis hoy mismo.