Sensor de golpes
El sensor de golpes evita la combustión espontánea dañina.
El efecto de golpeteo es causado por una combustión incontrolada fuera del ciclo normal que causa temperaturas locales extremas en el cilindro. Estas altas cantidades de calor ejercen una presión sobre los componentes del motor, como los pistones, las válvulas y la culata, y pueden provocar daños.
El sensor de golpes registra el sonido del motor en la estructura y lo convierte en impulsos eléctricos.
La unidad de control del motor compara los impulsos medidos con los valores de referencia almacenados e interviene en consecuencia en el control del motor, la inyección de combustible y el encendido antes de que la combustión alcance el límite de golpeo. El sensor de golpes realiza otra función relacionada con la detección de la calidad del combustible. Cuanto más alto sea el índice de octanaje, menos propenso será el combustible a golpear. Eso significa que el súper grado de 98 octanos se enciende a una temperatura más alta que la gasolina normal con un índice de octanos de 95. Si solo hay combustible de menor calidad disponible, la unidad de control del motor corrige automáticamente el tiempo de encendido en función de la información del sensor de golpes. De este modo se evitan daños en el motor.