El desmayo, también conocido como síncope, es la pérdida repentina del conocimiento. En la mayoría de los casos, el desmayo no es peligroso, a menos que se complique por una caída u otra lesión, y la persona se recupera rápidamente.
En algunos casos, sin embargo, los desmayos pueden ser un indicador de que algo está mal en el corazón y de que la sangre no se bombea correctamente.
Durante el embarazo en particular, el cuerpo de una mujer sufre muchos cambios. Estos incluyen cambios hormonales, un aumento en la cantidad de sangre en el cuerpo, cambios en la estructura del corazón y en la frecuencia cardíaca. Estos pueden hacer que las mujeres embarazadas tengan más probabilidades de experimentar mareos y desmayos.
Sin embargo, la mayor parte de la información sobre el desmayo durante el embarazo es anecdótica; no sabemos realmente con qué frecuencia ocurre y si tiene consecuencias para la salud del niño o de la madre.
Por lo tanto, mis colegas y yo decidimos responder a estas preguntas utilizando una gran cohorte de casi 500,000 mujeres que dieron a luz en la provincia canadiense de Alberta durante un período de 10 años entre 2005 y 2014.
Este estudio es parte de un programa de investigación más amplio que se está llevando a cabo en el Centro Canadiense DE VIGOR (CVC) de la Universidad de Alberta, para desarrollar un Atlas de Síncope canadiense. Esto documentará la frecuencia con la que los canadienses son hospitalizados o buscan atención médica por desmayos, los costos de atención médica de los pacientes que se desmayan y los factores asociados con la salud a largo plazo de estos pacientes. Está financiado por la Red de Arritmias Cardíacas de Canadá.
Riesgo de parto prematuro y problemas médicos
Encontramos que el desmayo durante el embarazo es un evento relativamente raro y se produce en aproximadamente el uno por ciento de los embarazos, pero su aparición aumenta lentamente con el tiempo.
Nuestro estudio incluyó 4,667 embarazos con un episodio de desmayo. Las mujeres que se desmayaron eran un poco más jóvenes, solteras, embarazadas de su primer hijo y tenían antecedentes de desmayos antes del embarazo en comparación con las mujeres que no se desmayaron durante el embarazo.
En un tercio de estos embarazos, el episodio de desmayo ocurrió en el primer trimestre. Sólo el ocho por ciento de estos embarazos tuvieron más de un episodio de desmayo.
Las mujeres que se desmayaron durante el primer trimestre tuvieron un riesgo ligeramente mayor de dar a luz temprano, antes de las 37 semanas normales de gestación, que las mujeres que no se desmayaron o las que se desmayaron durante el segundo o tercer trimestre.
Los niños nacidos de madres con episodios múltiples de desmayos durante el embarazo tuvieron más problemas médicos al nacer (4,9%) que los niños nacidos de mujeres que no se desmayaron durante el embarazo (2,9%).
Asociado con afecciones cardíacas en la madre
Cuando observamos el año siguiente al parto, encontramos que las mujeres que se desmayaron durante el embarazo tenían más probabilidades de buscar atención médica para afecciones cardíacas como latidos cardíacos irregulares (arritmias cardíacas).
Sugerimos que las mujeres que se desmayan durante el embarazo se pongan en contacto con sus proveedores de atención médica de inmediato, que es probablemente lo que la mayoría de las mujeres embarazadas tienden a hacer.
El embarazo se compara cada vez más con una prueba de esfuerzo natural a la que se somete una mujer. Los estudios han demostrado que otras complicaciones que ocurren en el embarazo, como la preeclampsia y la diabetes mellitus gestacional, identifican a las mujeres que pueden tener un mayor riesgo de problemas cardíacos en el futuro.
Nuestro estudio sugiere que la salud cardíaca de las mujeres que se desmayan también debe monitorizarse de cerca, tanto durante el embarazo como en el período posparto.
Esta investigación es la primera en estudiar sistemáticamente la ocurrencia y los resultados asociados con los desmayos durante el embarazo.
Aunque es grande, sus hallazgos se basan en un solo grupo de mujeres en una sola provincia de Canadá. Se necesitan más estudios en otras poblaciones embarazadas para ver si encuentran resultados similares a los nuestros.