El año pasado hubo más de 3,9 millones de nacimientos en los Estados Unidos. El noventa por ciento de ellos fueron atendidos por médicos y solo el 9 por ciento por parteras. La mayoría de los partos con parteras ocurren en hospitales, con porcentajes relativamente pequeños en centros de maternidad independientes o en el hogar. Tres cuartas partes de las enfermeras parteras certificadas, una categoría que incluye el mayor número de parteras capacitadas, trabajan en consultorios médicos o en hospitales donde interactúan con médicos o son supervisadas por médicos. Pero es posible que adquieran más autonomía para manejar embarazos sencillos de bajo riesgo por su cuenta.
Las enfermeras parteras certificadas son enfermeras registradas con licencia. Por lo general, han obtenido al menos un título de maestría de una universidad acreditada, han recibido capacitación clínica, han obtenido la certificación de una junta nacional y han aprobado un examen de licencia estatal. Varios estudios han demostrado que lo hacen tan bien o mejor que los obstetras en casos de bajo riesgo.
La sociedad profesional de obstetras, sin embargo, cita evidencia de que el parto planificado en el hogar conlleva un mayor riesgo de muerte neonatal, en comparación con el parto planificado en el hospital. Advierte que un embarazo que parece de bajo riesgo puede desarrollar rápidamente complicaciones que solo un hospital puede manejar.
Algunos centros médicos están tratando de tener lo mejor de ambos mundos al permitir a las parteras una mayor autonomía dentro del hospital. La Clínica Mayo, a menudo un marcador de ritmo, permite a las parteras manejar embarazos de bajo riesgo de forma independiente y transmitir a los médicos cualquier caso que se complique.
En un momento de espiral de costos médicos y creciente demanda de atención médica, las parteras pueden ofrecer una forma rentable de proporcionar una buena atención de maternidad. También podrían proporcionar un mayor alcance geográfico: Casi la mitad de los condados de los Estados Unidos no tienen ningún profesional de atención de maternidad, ni partera ni obstetra.