Los estados emocionales en animales siguen siendo un tema de debate para los biólogos. Ahora, por primera vez, investigadores portugueses han demostrado que los peces tienen estados emocionales provocados por su entorno.
Evaluar los estados emocionales no es fácil en los seres humanos, y tenemos la capacidad de verbalizarlo. En los animales, es una tarea increíblemente desafiante. No hay una forma sencilla de comprobar si un animal está sintiendo una emoción, por lo que los científicos tuvieron que recurrir a un enfoque indirecto. Saben que las emociones van acompañadas de cambios conductuales, fisiológicos, neurológicos y genéticos, por lo que si pueden ver estos cambios, pueden inferir una emoción.
Usando este enfoque, estudios previos han demostrado tales emociones en primates y otros mamíferos, aunque no está claro si estos sentimientos son conscientes o no. Ahora, los investigadores querían investigar si los animales «más simples» como los peces pasan por un proceso similar.
Si los peces tienen o no emociones y sienten dolor solía ser un tema de acalorado debate. Culum Brown, profesor de la Universidad Macquarie en Sydney, Australia, demostró anteriormente que no solo los peces sienten dolor, sino que también pueden realizar múltiples tareas y tener tradiciones culturales. Pero, ¿cómo demuestras que tienen sentimientos?
El portugués biólogos capacitados pescado (dorada) bajo las favorables y adversas condiciones; se esperaba que estas condiciones desencadenaran un estado emocional. Luego analizaron esta respuesta emocional midiendo los niveles de cortisol, una hormona del estrés, y viendo qué áreas del cerebro se activan. Los investigadores también rastrearon la interacción de los peces y el comportamiento general para evaluar su respuesta y luego rastrearla a los estados emocionales.
«Según el estudio, nuestros datos apoyan la aparición de estados similares a las emociones en los peces que están regulados por la percepción individual de los estímulos ambientales.»
Mostraron no solo que los peces tienen sentimientos, sino que este estudio podría darnos una mejor comprensión de cómo llegaron a existir las emociones en primer lugar. Dado que los peces representan una rama evolutiva diferente a los tetrápodos, esto podría indicar que las emociones surgieron antes de que los dos grupos se separaran. Alternativamente, podría ser un caso de evolución convergente.
«Esta es la primera vez que se demuestra que los peces pueden desencadenar respuestas fisiológicas y neuromoleculares en el sistema nervioso central en respuesta a estímulos emocionales basados en la importancia que ese estímulo tiene para los peces», dice el autor del estudio Rui Oliveira. El investigador explica que » la ocurrencia de la evaluación cognitiva de un estímulo emocional en fish significa que esta capacidad cognitiva puede tener requisitos ‘computacionales’ más simples de lo que se ha considerado hasta ahora, y puede haber evolucionado hace unos 375 millones de años.»