Tal vez recuerdes momentos en tu vida en los que de repente empezaste a llorar porque tus emociones se apoderaron de ti y no pudiste evitarlo. Y no podías dejar de llorar. O tenías la ira embotellada y un día explotaste en una ira incontrolable. Estas experiencias son parte del fenómeno conocido como catarsis emocional.
La catarsis emocional es un proceso en el que nuestras emociones se muestran en toda su crudeza. A menudo se asocia con situaciones en las que nos sentimos intensamente. Debido a que es una expresión de emoción tan intensa, preocupa a mucha gente y algunos incluso se preguntan si la catarsis es peligrosa.
Pero a pesar de que a menudo es bastante «dramático», el proceso de catarsis emocional nunca es peligroso. Todo lo contrario, en realidad es muy liberador. Nos ayuda a entender y expresar lo que sentimos. Nos lleva más allá de evaluar intelectualmente la situación adversa en la que nos encontramos. En cambio, aprendemos a no reprimir nuestras emociones; dejamos salir toda la confusión emocional en la que estábamos manteniéndonos.
Expresar emociones nunca es peligroso. El peligro radica en contenerlos o negarlos, porque eso nos hace prisioneros, en lugar de ser libres para vivir nuestras vidas al máximo.
Catarsis emocional y terapia
Cuando una persona comienza la terapia psicológica, a veces se preocupa de que explote en catarsis emocional y diga tonterías. Pero, en la mayoría de los casos, lo que los expertos normalmente buscan en la terapia es que el paciente reconozca y valide sus emociones. ¿Por qué? Identificar las experiencias que nos hacen sentir así.
De hecho, la catarsis fue un proceso que Sigmund Freud utilizó al comienzo de sus sesiones de psicoanálisis. En estas sesiones, Freud trató la histeria, que en realidad es una enfermedad de origen traumático, mediante hipnosis. El objetivo era la «purificación» o catarsis emocional para liberar el shock o el trauma. Entonces el paciente sería capaz de expresar las emociones y experiencias reprimidas que causan los síntomas en primer lugar.
Cuando las emociones te bloquean o paralizan, cuando te has mantenido fuerte y firme en las situaciones más difíciles de la vida, y de repente ya no puedes sobrellevarlas y te rompes that ahí es cuando recibes ayuda para procesar estas experiencias y emociones a través de la catarsis y su posterior análisis.
Dicho esto, la catarsis también es importante en terapias distintas del psicoanálisis. En el psicodrama de autores como Moreno, la catarsis es el objetivo de las sesiones de terapia de grupo. Aquí, el objetivo es procesar adecuadamente el conflicto que lo llevó a recibir terapia.
La expresión emocional es una parte esencial de nosotros
Toda expresión emocional, incluso algo como la catarsis emocional, debe validarse y nunca suprimirse. Ten en cuenta que las emociones son parte de nosotros. Forman parte de lo que somos.
Un proceso catártico o abreacción emocional (una re-vivencia de la experiencia) no nos hace débiles; nos hace humanos. Nos enseña que expresar nuestras emociones puramente es el primer paso para aceptar y comprender el dolor en nuestras vidas.
Además, las experiencias emocionales son la forma en que nos relacionamos con el mundo. En otras palabras, son parte de nuestra experiencia con nuestro entorno y con otras personas. Son una parte fundamental de nuestras vidas. En realidad, las necesitamos para procesar todo tipo de experiencias, que van desde las más dolorosas o perturbadoras hasta las más alegres que podamos imaginar.
De hecho, la catarsis emocional ocurre cuando hemos sido fuertes durante mucho tiempo y luego nos rompemos de repente. Por eso es necesario e imparable. Nos muestra la realidad de nuestra situación y nos enseña que somos frágiles y que a veces necesitamos romper y llorar para aprender algo.
Sigo siendo yo cuando me río y cuando lloro, porque esas experiencias son precisamente las que me hacen humano.