Hernia de disco lumbar (lumbar)

Introducción

La hernia de disco lumbar es una causa común y altamente tratable de dolor y debilidad en las piernas, así como dolor de espalda baja.

Los discos son cojines de goma entre los huesos de la columna vertebral (vértebras) que actúan como amortiguadores y proporcionan la flexibilidad normal de la columna vertebral. La ubicación normal de cada disco es directamente adyacente a los nervios espinales. Cuando los discos se deterioran con la edad, se vuelven propensos a herniarse.

Una hernia de disco ocurre cuando una pieza del disco se mueve fuera de lugar y aprieta un nervio espinal, lo que puede causar dolor en las piernas, debilidad en las piernas, entumecimiento de las piernas, síndrome de cola de caballo y/o dolor en la parte baja de la espalda.

¿Por qué se produce una hernia de disco?

A diferencia de la mayoría de las otras partes del cuerpo, los discos lumbares comienzan a deteriorarse (degenerarse) a una edad temprana. Muchos pacientes en sus veinte años tendrán degeneración de disco en rayos X o RMN y prácticamente el 100% de las personas mayores tienen múltiples discos degenerados.

Resonancia magnética sagital (vista lateral) de una hernia de disco L3-4 (marcada con *) que afecta a los nervios espinales.

Figura 1: Resonancia magnética sagital (vista lateral) de una hernia discal L3-4 (marcada con*) que afecta a los nervios espinales.

A medida que los discos degeneran, pierden su contenido de agua y elasticidad, y el muro de contención alrededor del disco (anillo) comienza a fisurarse o desgarrarse. Las piezas del disco deteriorado pueden sobresalir (herniarse) a través del anillo con fugas. A medida que el disco degenera, puede resultar en dolor lumbar. Si los fragmentos de disco herniados comprimen un nervio espinal, puede provocar dolor, debilidad y/o entumecimiento en las piernas.

Los discos a menudo se hernian sin ningún evento traumático inusual, pero en algunos casos puede haber factores contribuyentes, como peso excesivo, mala postura, levantamiento de objetos pesados o trauma.

¿Cuáles son los síntomas de la hernia de disco?

El síntoma más típico de una hernia discal es el dolor que se irradia desde la parte baja de la espalda hasta la pierna (ciática). Además del dolor en la pierna, la pierna también puede estar débil o adormecida. Una o ambas piernas pueden verse afectadas. En raras ocasiones, la función intestinal o vesical puede verse afectada. La mayoría de los pacientes con hernia discal también experimentan dolor lumbar.

¿Cómo se diagnostica la hernia discal?

Solo un profesional médico puede diagnosticar una hernia discal. Un historial médico completo y un examen físico pueden señalar la posibilidad de una hernia discal. El diagnóstico se puede confirmar mediante pruebas especiales, como la resonancia magnética y/o la mielografía por TAC (mielograma).

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

La mayoría de las hernias de disco lumbar mejoran por sí solas sin ningún tratamiento médico específico. Para aquellas hernias que son persistentemente dolorosas, el tratamiento comienza con las modalidades menos invasivas, como medicamentos antiinflamatorios y fisioterapia. Si los síntomas continúan, se pueden recomendar inyecciones epidurales de esteroides. Para aquellos pacientes que tienen síntomas persistentes a pesar de los tratamientos no quirúrgicos, la cirugía de microdiscectomía lumbar generalmente proporciona un alivio excelente.

Una excepción notable al uso de la cirugía como último tratamiento en la hernia discal lumbar es en aquellos pacientes que tienen debilidad significativa en los músculos de las piernas, en cuyo caso se puede recomendar cirugía temprana para minimizar la posibilidad de daño permanente a los nervios y debilidad persistente en las piernas.

Enviado el: 7/15/2009

Autores

HSS Columna
Hospital para la Cirugía Especial

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