Mientras Miguel Ángel estaba en la Capilla Sixtina, a menos de 200 metros de distancia, un artista un poco más joven estaba igualmente ocupado decorando los apartamentos privados del Papa.
El nombre del artista era Raffaello Sanzio (1483-1520), más conocido en el mundo de habla inglesa como Rafael, y el Papa Julio II (r. 1503-1513) le había encargado, como parte de un equipo de artistas, pintar su biblioteca, la sala que ahora se conoce como la Stanza della Segnatura. Sin embargo, el papa no tardó mucho en reconocer el genio de Rafael y despidió al resto del equipo, dejándolo pintar la biblioteca por su cuenta.
En una de las paredes pintó una imagen que, a los ojos de muchos, resume el Alto Renacimiento, en términos de claridad de diseño y sentido de armonía clásica. El fresco, que llegó a ser conocido como La Escuela de Atenas (1510-11), representa el mundo de la filosofía, personificado por muchos de sus principales practicantes. En el centro de la pintura, enmarcada por un arco, se encuentran Platón y Aristóteles.
Se cree que algunos de los filósofos son retratos de contemporáneos de Rafael. Platón puede ser un retrato de Leonardo da Vinci, mientras que Euclides (en primer plano, a la derecha, inclinado sobre una tablilla y sosteniendo una brújula) puede representar al arquitecto Donato Bramante, que, al igual que Rafael, también provenía de la ciudad de Urbino. Nótese la inscripción en el collar de Euclides: R. V. S. M (Raffaello. Urbino. Suo. Mano). Y Rafael incluye su propio retrato, mirando al espectador, segunda figura desde la derecha.
La figura con botas y melancólica, sentada en la parte inferior de los escalones, puede ser un retrato de Miguel Ángel como Heráclito. Esta figura, que no aparece en la caricatura preparatoria de Rafael para el fresco, se cree que se agregó como homenaje a Miguel Ángel, después de la inauguración, el 14 de agosto de 1511, de parte del techo de la Capilla Sixtina.