#5 – La importancia de la Visión – John Graham | Aventurero, Autor, Orador

Una visión es una imagen mental del resultado que desea lograr, una imagen tan clara y fuerte que ayudará a que ese resultado sea real. Una visión no es un vago deseo, sueño o esperanza. Es una imagen de los resultados reales de los esfuerzos reales. Viene del futuro e informa y energiza el presente. Visionar es la herramienta más poderosa que he presenciado en más de veinte años de ayudar a organizaciones e individuos a obtener los resultados que desean.

La práctica de usar visiones es corriente principal. Algunas empresas utilizan visiones para comunicar sus valores y objetivos. Los equipos deportivos profesionales utilizan ejercicios de visión para mejorar el rendimiento (hay estudios que muestran que los jugadores de baloncesto que practican tiros libres solo «visualizando» la pelota pasando por el aro mejoran su porcentaje de tiro casi tanto como los que realmente lanzan la pelota). El director de una obra puede «imaginar» una producción perfecta antes de que comiencen los ensayos.

He aquí por qué una visión es tan poderosa:

Una visión inspira acción. Una visión poderosa atrae ideas, personas y otros recursos. Crea la energía y la voluntad para hacer que el cambio suceda. Inspira a individuos y organizaciones a comprometerse, persistir y dar lo mejor de sí mismos.

Una visión es una guía práctica para crear planes, establecer metas y objetivos, tomar decisiones y coordinar y evaluar el trabajo en cualquier proyecto, grande o pequeño.

Una visión ayuda a mantener a las organizaciones y grupos enfocados y juntos, especialmente con proyectos complejos y en momentos estresantes.

No todas las imágenes son una visión. Su visión debería:

Sea claro, tan nítido y tan detallado que pueda ver, oler y saborear los detalles más pequeños.

Ser positivo.Reconoce las dificultades, pero no intentes motivarte a ti mismo o a los demás con una visión de cosas malas que podrían suceder si no tienes éxito. Una visión basada en el miedo puede ayudar a impulsar la acción inmediata, pero también puede limitar sus resultados al control de daños en lugar de lograr un cambio positivo.

Ser lo suficientemente grande. Cree una imagen más amplia de los efectos de su trabajo que solo resolver el problema en cuestión. Una visión demasiado pequeña puede no proporcionar suficiente inspiración o generar suficiente energía para superar los puntos difíciles. Incluso podría cerrar tu mente a lo que podrías lograr.

Incluye cambios de actitud. El desafío que ves frente a ti es solo la parte del problema que puedes ver—el resto del desafío es más profundo y a menudo involucra actitudes personales que pueden ser fuertemente sostenidas. Recuerda el «iceberg» en la Esquina #3 del Entrenador.

Incluya una imagen clara de su función personal, no solo la de su organización, si está en una. No se trata de ego. Se trata de que asumas toda la responsabilidad de ayudar a lograr los resultados que deseas.

Vienen del corazón, no de la cabeza. No intentes pensar en una visión. Para crear una visión emocionante y convincente, tienes que darte la libertad de soñar, de utilizar su imaginación para ver y sentir lo que aún no existe. Una visión no es lo mismo que metas u objetivos; esos vienen de la cabeza. Una visión viene del corazón.

Aprender a crear y comunicar una visión es útil tanto si estás empezando un proyecto por tu cuenta como si te unes a un grupo ya organizado en torno a un proyecto. Más tarde, le mostraré cómo comunicar su visión a un grupo o equipo, recabando voluntarios y recursos. También explicaré cómo usar una visión para guiar su proceso de planificación, para que las instituciones y las burocracias lo escuchen y para dar forma a sus comunicaciones, desde discursos hasta folletos.

Crédito de la foto: https://www.flickr.com/photos/look_ma_im_flying_pictures/3714888958/

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