Neumonía Lobar
La distinción entre neumonía lobar y bronconeumonía se ha desvalorizado a favor de una clasificación bacteriológica de las neumonías, que es más relevante para determinar el tratamiento adecuado. Sin embargo, el conocimiento de las distinciones morfológicas macroscópicas entre los dos tipos de neumonía es importante para comprender la variedad de patrones radiológicos que se pueden encontrar en las neumonías agudas.
La patogénesis de la neumonía lobar es la clave para comprender el espectro de los patrones radiológicos. La evidencia experimental indica que los patógenos, en forma de pequeñas partículas mucosas infectadas, se inhalan a la periferia del pulmón, donde establecen focos de reacción. Inicialmente, la reacción tisular implica la exudación de líquido de edema acuoso en espacios alveolares. El exudado luego se extiende a las vías respiratorias y sus alvéolos. A medida que los alvéolos se llenan, el exudado se extiende a lóbulos y segmentos adyacentes. Este movimiento del exudado ocurre a través de los poros de Kohn, canales de Lambert y vías respiratorias pequeñas, pero no parece diseminarse a través del haz broncovascular o el intersticio del pulmón. El líquido acuoso para el edema sirve como medio de cultivo para la rápida multiplicación de las bacterias. Las paredes alveolares responden a los organismos liberando leucocitos polimorfonucleares. La propagación del proceso a través de los canales colaterales, en lugar de los bronquiolos, explica por qué la neumonía lobular a menudo no sigue una distribución segmentaria. Más bien, la neumonía lobular produce opacidades que parecen involucrar múltiples segmentos al principio del proceso. Durante estas primeras fases, la apariencia radiológica es la de una consolidación sublobar no segmentaria, que puede aparecer circunscrita bastante bruscamente debido a la afectación uniforme de los alvéolos contiguos. Esto conduce a la llamada neumonía redonda. La neumonía redonda se observa con más frecuencia en niños, pero puede presentarse como una etapa temprana de neumonía lobar en adultos (Fig. 14.3, a y B ). La consolidación lobular clásica completamente desarrollada es menos común porque el diagnóstico temprano de la neumonía bacteriana seguido de la terapia antibiótica adecuada detiene con frecuencia el proceso en sus fases tempranas. Dado que el foco inicial de la infección es la periferia del pulmón, no es sorprendente que el derrame pleural y el empiema sean complicaciones potenciales. Sin embargo, la aparición de estas complicaciones también se reduce drásticamente con la terapia antibiótica temprana.