Defecto condral

Publicado el 09 de mayo de 2017 /Publicado en:Rodilla

La articulación de la rodilla se conoce como articulación sinovial. Esta articulación forma una conexión entre dos huesos que juntos forman una articulación en movimiento. En el extremo de los huesos, una superficie articular está revestida con un material de baja fricción conocido como cartílago articular. El cartílago se lubrica a partir de una película de líquido que se conoce como líquido sinovial. Este líquido se produce a partir de un revestimiento extremadamente delgado conocido como sinovio. Se apoya en una estructura fibrosa más fuerte que contiene la articulación conocida como cápsula articular.

Cualquier parte de la articulación es propensa a sufrir lesiones. Una lesión común en la rodilla es una pérdida localizada de cartílago, conocida como defecto condral, que se combina con una lesión en el hueso de soporte.

Un defecto condral también puede llevar a un pequeño quiste en la parte superior del hueso, justo debajo del cartílago, como resultado de un traumatismo repetitivo en la rodilla. Normalmente se presentan en la parte superior de la tibia.

Anatomía del Defecto Condral

La rodilla es una de las articulaciones más complejas y grandes del cuerpo. Se une a la tibia (tibia) y al fémur (hueso del muslo). El hueso más pequeño que corre a lo largo de la tibia se llama peroné, y la rótula (rótula) son los otros huesos que forman la articulación de la rodilla. Los tendones mantienen los huesos de la rodilla conectados con los músculos de las piernas que son responsables de mover la articulación de la rodilla. Los ligamentos mantienen unidos los huesos de la rodilla y proporcionan estabilidad a la rodilla.

Los meniscos laterales y mediales son dos piezas de cartílago en forma de c que sirven como amortiguadores entre la tibia y el fémur. Innumerables sacos llenos de líquido ayudan a la rodilla a moverse libremente.

Los defectos condrales casi siempre se diagnostican después de una resonancia magnética (RM). No es posible detectarlos por medio de un examen físico, pero a veces la historia clínica puede indicar que un defecto condral es la causa del dolor. Sin embargo, el 99% de las veces, necesitará una resonancia magnética para diagnosticar esta afección.

Una resonancia magnética que muestra un defecto condral con hematomas óseos

Cómo Tratar un Defecto Condral:

  1. Deje de agravar el problema

Si continúa practicando deporte o introduciendo cargas pesadas en la articulación, es posible que no se recupere. Los defectos crondrales pueden llevar mucho tiempo y a menudo se asocian con algunos moretones óseos, y descansar la rodilla del deporte puede proporcionar un alivio significativo a largo plazo. Pero debes ser paciente con eso.

  1. Artroscopia

Si se presenta una lesión de espesor parcial en el cartílago y los síntomas mecánicos de dolor intermitente y contagioso, puede ser necesaria la artroscopia para alisar la superficie de la articulación y eliminar cualquier cartílago suelto. También el defecto se puede perforar ligeramente, lo que puede llenar el área con sangre y estimular la curación (ver microfractura a continuación).

  1. Fijación interna

En ciertos casos, el área del cartílago dañado y el hueso subyacente permanecerán unidos parcialmente o pueden estar sueltos pero aún en una pieza en la articulación. Dependiendo de la situación, es deseable la fijación del fragmento de nuevo al defecto. Esta es una forma rara de tratamiento.

  1. Microfractura

Si se detecta un grosor total del cartílago, el objetivo es restaurar el cartílago que cubre el hueso por debajo. El cartílago articular no tiene suministro de sangre, por lo que no posee la capacidad de sanar cuando se daña. Se completa una operación de microfractura junto con una cirugía de ojo de cerradura en la que se hacen múltiples orificios pequeños dentro de la base ósea del defecto que permiten que la sangre entre en la cavidad y comience el proceso de curación. El tratamiento postoperatorio es imprescindible para el éxito del procedimiento.

Consejos:

  1. La mayoría de las veces, los defectos crónicos son causados por traumatismos repetitivos, por ejemplo, esquiadores o jugadores de rugby que someten sus rodillas a mucho estrés.
  2. Ocasionalmente, otros accidentes más significativos pueden causarlo, como un accidente de vehículo motorizado cuando se produce un traumatismo por objeto contundente en la rodilla.
  3. Las lesiones deportivas dejan a un individuo expuesto a una serie de lesiones diferentes de las que toma un período prolongado de tiempo recuperarse.
  4. Para aquellos que participan en el levantamiento de pesas, debe asegurarse de realizar el movimiento correctamente para evitar lesiones en la rodilla.
  5. Pisar una superficie irregular puede causar problemas con la rodilla y crear un defecto condral.
  6. Correr sobre superficies desiguales puede causar presión y tensión excesivas en los músculos y las articulaciones de la rodilla.

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