Edward Sheriff Curtis

Nacido cerca de White Water, Wisconsin, Edward Sheriff Curtis se enseñó a sí mismo la fotografía a una edad temprana. Se mudó a Seattle a mediados de la década de 1880 y desarrolló una reputación de paisajes y retratos pictóricos románticos. Aunque hizo su primer retrato de un nativo americano en 1896, no fue hasta después de su regreso de documentar una expedición en Alaska en 1899 que Curtis se interesó en un estudio fotoetnográfico a gran escala de la cultura nativa americana. El presidente Theodore Roosevelt vio las primeras imágenes de los nativos americanos de Curtis y presentó al fotógrafo al banquero J. P. Morgan, quien acordó comprometer 7 75,000 para apoyar la finalización y publicación de su estudio completo. La obra de veinte volúmenes resultante, The North American Indian, con unas 1.500 fotografías, apareció en entregas entre 1907 y 1930. A lo largo de su carrera, Curtis hizo más de 40.000 grabados de platino, fotograbados y dibujos de nativos americanos en los Estados Unidos y la Columbia Británica. Las imágenes de Curtis disfrutaron de un breve período de popularidad después del cambio de siglo, debido al interés nostálgico en las culturas nativas americanas que desaparecían, pero en el momento de su muerte, su trabajo había sido olvidado. Se han publicado numerosas monografías sobre su trabajo desde su redescubrimiento a finales de la década de 1960.
Curtis intentó documentar la desaparición de las culturas y comunidades nativas americanas, pero su trabajo participa tanto del romance y el idealismo del pictorialismo como de los registros científicos de la fotografía documental. Rodeados de luz suave y nebulosa, sus sujetos a menudo llevaban trajes inapropiados o sostenían accesorios proporcionados por el artista, reflejando las suposiciones culturales comunes de Curtis sobre lo que significaba ser «indio».»Cuando se capturaban automóviles u otros signos materiales de la vida moderna en un marco, Curtis los arañaba de sus negativos. Registró una impresión altamente subjetiva de la vida de los nativos americanos en lugar de toda su complejidad, y su trabajo enciclopédico revela tanto sobre los gustos estadounidenses por las imágenes exóticas a finales del siglo XIX y principios del XX como sobre la vida de los nativos americanos.
Meredith Fisher
Handy et al. Reflections in a Glass Eye: Obras de la Colección del Centro Internacional de Fotografía. Nueva York: Bulfinch Press en asociación con el Centro Internacional de Fotografía, 1999, p. 213.

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