Es esa época del año en la que preparamos a nuestros niños para la escuela. Ya sea que sus hijos asistan al jardín de infantes este año o vayan a la universidad, hay algunas cosas pequeñas pero importantes que puede hacer para ayudar a evitar que contraigan enfermedades como el virus H1N1, más comúnmente conocido como gripe porcina. La clave es una buena preparación.
Mantenga actualizadas las vacunas
Antes de comenzar la escuela, asegúrese de que sus hijos estén al día con sus vacunas y exámenes médicos. Verifique si su hijo necesita un examen de salud este año para la escuela. Los chequeos son valiosos porque permiten al proveedor de atención médica observar el crecimiento y desarrollo del niño, realizar pruebas y administrar inyecciones (vacunas), si es necesario. No olvide hacer una copia del formulario físico de su hijo que se le proporcionó en el chequeo de su hijo para enviarlo a la escuela. Mantenga el original a mano si es necesario para hacer más copias para deportes o campamentos. Si un estudiante requiere un medicamento recetado (inhaladores, medicamentos para el TDAH) durante el día escolar, hable con su proveedor de atención médica sobre esto. Lo siguiente debe estar en su lugar en la mayoría de las escuelas:
- El medicamento en el envase original (así que pídale a su médico un inhalador adicional que se pueda guardar en la escuela y otro que se pueda guardar en casa)
- Consentimiento por escrito del padre/tutor para que el personal de la escuela administre el medicamento
- Orden del médico o la etiqueta de la receta actual en el envase.
Prepárese para recibir Atención médica Fuera de casa
Para los estudiantes de primer año universitario, asegúrese de saber dónde buscar atención médica en la universidad y cómo obtener una recarga de un medicamento si es necesario mientras está fuera de la escuela. Proporcióneles su propia copia de su tarjeta de seguro si necesitan buscar atención médica en la universidad. Recuerde que para muchos de ellos, esta podría ser su primera visita a un proveedor médico sin que usted esté presente. Anote cualquier información de salud importante que necesiten saber si buscan atención médica, como alergias, medicamentos actuales e historial de salud. La vacuna antimeningocócica se recomienda para estudiantes de primer año universitarios no vacunados que viven en dormitorios.
Mantener a raya los gérmenes
Es importante prevenir que nuestros hijos contraigan enfermedades una vez que regresen a la escuela. Las enfermedades son causadas por virus, bacterias, parásitos y hongos que se transmiten de una persona a otra. Las gotas de tos o estornudos de una persona infectada pasan por el aire y aterrizan en una superficie como un escritorio. Los gérmenes se propagan fácilmente cuando alguien toca el objeto que ha sido contaminado con gérmenes y luego se toca los ojos, la nariz o la boca. Mantener las manos alejadas de la nariz y la boca son los pasos más útiles en la prevención. Los niños en edad escolar tienen un promedio de cinco o seis resfriados al año y los adolescentes aproximadamente cuatro resfriados al año. Además, los niños pueden tener enfermedades diarreicas con o sin vómitos dos o tres veces al año. La causa principal de resfriados o enfermedades frecuentes es la exposición de su hijo a virus nuevos. Los virus aumentan en invierno, cuando pasamos más tiempo juntos en el interior.
Practique una buena higiene de las manos
Lavarse bien las manos es la forma más eficaz de prevenir la propagación de resfriados, gripe y virus. Lavarse las manos después de ir al baño, sonarse la nariz, manipular la basura, tocar animales y antes de tocar alimentos ayudará a eliminar los gérmenes. El jabón y el agua se pueden usar durante 20 segundos en las manos para eliminar esos gérmenes. El uso de limpiadores de manos a base de alcohol también es efectivo. Por lo tanto, cuando compre esos útiles escolares, recoja un limpiador de manos a base de alcohol para el aula de su hijo y colóquelo junto a la caja de pañuelos. Para esos estudiantes universitarios, recoja algunas toallitas Clorox para que puedan limpiar las superficies del baño rápidamente.
Ayuda a tu Sistema Inmunitario
Una dieta poco saludable y no dormir lo suficiente también pueden afectar al sistema inmunitario y reducir su resistencia a las enfermedades. Normalmente, nuestros cuerpos pueden ayudar a combatir a los organismos antes de enfermarnos. Sin embargo, quedarse despierto hasta tarde, estudiar para un examen o comer demasiadas hamburguesas con queso y papas fritas puede desgastar nuestro cuerpo. Una nutrición deficiente y no descansar bien pueden debilitar el sistema inmunitario. Comer muchas frutas y verduras puede prevenir problemas de salud. Beber agua ayuda a prevenir la deshidratación y ayuda a eliminar el cuerpo. El sueño es crucial para mantener la salud de su hijo. El sueño es el momento del cuerpo para repararse y rejuvenecerse.
Continúe haciendo ejercicio durante el año escolar también. El ejercicio es bueno para nosotros física y mentalmente. El ejercicio ayuda con la ansiedad, el estrés y también dormimos mejor. El ejercicio nos da un nivel de energía más alto y puede promover una mejor concentración en la escuela.
El estrés es la respuesta normal del cuerpo a situaciones preocupantes. Los niños pueden experimentar estrés, como ingresar a un nuevo grado, una nueva escuela o preocuparse por un próximo examen en la escuela. Por lo tanto, preparar a su hijo con anticipación puede ayudar a reducir el estrés. Recorra esa nueva escuela o conozca al maestro de su hijo antes de que comience la escuela. Anime a su hijo a estudiar cada noche en lugar de estudiar la noche anterior a un examen.
Quédese en casa si está Enfermo
Podemos tomar muchas medidas que pueden ayudar a proteger los cuerpos de los niños contra estas infecciones y desarrollar sus sistemas inmunitarios para que sean fuertes y resistentes a las enfermedades. Sin embargo, si se enferman, recuerde mantenerlos en casa hasta que hayan estado libres de síntomas durante 24 horas. Es típico cuando un niño tiene fiebre que la fiebre es elevada por la noche y más baja por la mañana. Por lo tanto, si tenían fiebre (100,4 o más) antes de irse a la cama esa noche, probablemente deberían quedarse en casa al día siguiente de la escuela. Esto es para evitar infectar a otros y propagar la enfermedad aún más.
Escrito por Diane Williams, una enfermera pediátrica con la Línea de Respuesta del Hospital Infantil de St. Louis.