Adenosina, corazón y circulación coronaria.

Se sabe que la adenosina regula las funciones circulatorias miocárdicas y coronarias. La adenosina no solo dilata los vasos coronarios, sino que atenúa los aumentos mediados por los receptores beta-adrenérgicos en la contractilidad miocárdica y deprime las actividades de los ganglios sinoauriculares y auriculoventriculares. Los efectos de la adenosina están mediados por dos receptores distintos (es decir, receptores A1 y A2). Los receptores de adenosina A1, ubicados en el miocardio auricular y ventricular y en los ganglios sinoauriculares/auriculoventriculares, son responsables de la inhibición de la actividad de la adenilil ciclasa. Los receptores de adenosina A2, ubicados en las células endoteliales coronarias y de músculo liso, son responsables de la estimulación de esta actividad enzimática. Durante el aumento de la demanda miocárdica de oxígeno debido a la estimulación rápida y el ejercicio, aunque tanto el flujo sanguíneo coronario como las concentraciones de adenosina en el miocardio y el eflujo coronario aumentaron, no hay un consenso claro que explique su relación de causa y efecto en la actualidad. Sin embargo, se cree que la hiperemia coronaria inducida por isquemia/reperfusión se atribuye principalmente a la adenosina liberada, y se ha demostrado que la adenosina atenúa la gravedad de la isquemia debido a su acción vasodilatadora coronaria. Los efectos beneficiosos de la adenosina durante los procesos de isquemia/reperfusión no parecen simples. Esto se debe a que la isquemia miocárdica y la lesión por reperfusión son causadas por 1) leucocitos y plaquetas activados, 2) depleción de ATP y sobrecarga de calcio del miocardio, y 3) liberación de catecolaminas de los nervios presinápticos, así como 4) deterioro de la circulación coronaria. Curiosamente, la adenosina atenúa todas estas acciones deletéreas y, por lo tanto, atenúa la lesión por isquemia/reperfusión. De hecho, la adenosina atenúa la gravedad de la disfunción contráctil (aturdimiento miocárdico) y limita el tamaño del infarto. Por lo tanto, la administración de adenosina o potenciadores de la producción de adenosina en el miocardio isquémico puede ser beneficiosa para la atenuación de lesiones isquémicas y de reperfusión, aunque son necesarias investigaciones clínicas adicionales.

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