La fase larvaria y metamorfosis

La fase larvaria

El desarrollo del embrión en una larva en lugar de directamente en un organismo similar al adulto tiene varias ventajas. En el momento de la aparición del huevo, el nuevo individuo es relativamente pequeño, y la organización que permite al adulto llevar un modo de vida particular puede no ser adecuada para una copia en miniatura del adulto. La larva puede tener que procurarse comida para sí misma y, al ser pequeña, puede no ser capaz de alimentarse de la misma manera que el adulto. También es posible que no pueda usar de manera efectiva los mismos mecanismos de defensa que posee el adulto. La etapa larvaria permite al animal evitar tales peligros; proporciona un modo de vida y una organización correspondiente que se adapta mejor al tamaño más pequeño del organismo recién emergido. Otra ventaja es que la larva puede ser capaz de explotar un entorno completamente diferente porque su organización es muy diferente de la de los adultos. Un adulto terrestre puede tener larvas acuáticas, un adulto volador puede tener larvas de madriguera, y un adulto parásito puede tener una larva de vida libre. Una tercera ventaja de un estadio larvario surge en animales cuyos estadios adultos son sésiles o restringidos en sus movimientos; las larvas pueden moverse libremente, ya sea por su propia voluntad o en las corrientes de agua. De esta manera, las larvas de animales sedentarios sirven para la dispersión de la especie. Por último, la etapa larvaria es de gran ventaja para ciertos parásitos internos, que, una vez dentro de un huésped, no pueden transferirse a otro. Los nuevos huéspedes se infectan en su lugar por las etapas larvarias. (El medio habitual para lograr este fin es que el parásito produzca enormes cantidades de huevos y dependa de la entrada pasiva de los huevos en el nuevo huésped con alimento. Una forma más eficiente, sin embargo, es que una larva móvil ingrese activamente al nuevo huésped.)

Un gran número de invertebrados marinos poseen larvas flotantes que tienen proyecciones en forma de pelo (cilios) como medio de locomoción. Hay tres tipos principales de larvas, características de grandes subdivisiones del reino animal.

La larva de la plánula de celenterados tiene una forma alargada y cilios que cubren toda su superficie. La organización interna es simple, apenas más allá de la diferenciación en ectodermo y endodermo en el interior. La larva no se alimenta, sino que sirve solo para la dispersión.

La larva de trocóforo se encuentra en muchos invertebrados marinos. Típicamente, como en los poliquetos, tiene un canal alimentario con boca y ano y un anillo de células ciliadas dispuestas antes de la boca. También posee un órgano sensorial y rudimentos de mesodermo. Los cilios alrededor de la boca traen alimento: plantas unicelulares y otras partículas pequeñas. Por lo tanto, la larva no solo sirve para la dispersión, sino que también se alimenta y crece antes de transformarse en un gusano adulto. Otras larvas de trocóforo se encuentran en moluscos marinos y en ciertos gusanos marinos. La larva de los equinodermos es similar al trocóforo en poseer un intestino y una banda ciliar, pero la disposición de este último es diferente. La larva del equinodermo también se alimenta y crece, así como sirve para la dispersión.

En muchos artrópodos se encuentran larvas de tipos muy diferentes. En los crustáceos, la larva, llamada nauplio, no difiere sustancialmente en modo de vida o medios de locomoción del adulto, pero tiene menos apéndices que el adulto. Un nauplio crustáceo típico tiene tres pares de patas y un ojo simple sin aparear. Pares adicionales de apéndices y ojos compuestos pareados aparecen en el curso de un desarrollo a veces prolongado. En los insectos, la larva difiere del adulto por la ausencia de alas, pero, además, puede tener un modo de vida diferente y una forma diferente de alimentarse. Entre los acordes, los tunicados (chorros de mar) merecen atención; la forma larvaria es una criatura de natación libre, que muestra una relación inconfundible con los vertebrados, pero el adulto es sedentario, con sistemas nerviosos y musculares muy reducidos. El renacuajo de una rana se diferencia del adulto en ser totalmente acuático, en poseer una cola y branquias para la respiración, y en tener una boca adaptada para alimentarse de plantas. La rana adulta está adaptada a la vida terrestre, a excepción de los períodos reproductivos, no tiene cola ni branquias, y es un depredador activo.

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