El siguiente es un extracto exclusivo del libro Guía de Nutrición Deportiva y de Ejercicio de NSCA, publicado por Human Kinetics. Todos los textos e imágenes proporcionados por Human Kinetics.
La carga de carbohidratos es una práctica utilizada por los atletas para saturar sus reservas endógenas de glucógeno muscular antes de eventos de mayor duración que típicamente conducen al agotamiento de las reservas de glucógeno. Los estudios tradicionales de carga de carbohidratos realizados en individuos no entrenados incorporaron una fase de agotamiento de tres o cuatro días en la que los atletas ingirieron una dieta baja en carbohidratos y completaron un alto volumen de entrenamiento físico para «agotar» las reservas internas de glucógeno (Bergstrom y Hultman 1966). Esta fase fue seguida de un período de tres o cuatro días de ingestión alta de carbohidratos (>70% de carbohidratos u 8 a 10 g de carbohidratos por kilogramo de peso corporal por día) y una disminución en el volumen de ejercicio para facilitar la sobresaturación del glucógeno muscular. Usando este enfoque, los primeros estudios reportaron la capacidad de los atletas de mantener su ritmo de entrenamiento durante períodos de tiempo significativamente más largos (Karlsson y Saltin 1971).
Una serie de estudios en corredores bien entrenados (Sherman et al. 1983, 1981) sugirió que una reducción en el volumen de entrenamiento físico junto con una dieta alta en carbohidratos (65% a 70% de carbohidratos dietéticos) durante un mínimo de tres días puede elevar los niveles de glucógeno muscular. Estas conclusiones fueron bien recibidas como un enfoque mucho más práctico para maximizar el glucógeno muscular. En ocho corredores entrenados, tres días de una dieta alta en carbohidratos (10 g de carbohidratos por kilogramo de peso corporal por día) mientras los corredores se abstuvieron completamente del ejercicio maximizaron las reservas de glucógeno muscular (Bussau et al. 2002). Además, una dieta alta en carbohidratos (8,1 g de carbohidratos por kilogramo de peso corporal por día o 600 g de carbohidratos por día) elevó significativamente las reservas de glucógeno previo al ejercicio en comparación con una dieta baja en carbohidratos (1.4 g de carbohidratos por kilogramo de peso corporal por día o 100 g de carbohidratos por día) dieta administrada a personas entrenadas durante tres días antes de completar un paseo en bicicleta de 45 minutos a 82% de VO2pico.
Curiosamente, un efecto dosis–respuesta puede ser evidente con respecto a la cantidad de carbohidratos que se deben ingerir cuando no se produce una fase de agotamiento para promover los niveles máximos de glucógeno muscular. Por ejemplo, el glucógeno muscular basal fue notablemente superior tras la ingestión de 10 g de carbohidratos por kilogramo de peso corporal al día durante uno a tres días, en comparación con la ingestión de 8 g/kg de peso corporal al día durante tres días. Actualmente, este efecto no se ha investigado más, porque los estudios iniciales de carga de carbohidratos que incorporaron fases de agotamiento y tomas más largas de carbohidratos altos informaron niveles más altos de glucógeno muscular (Bergstrom et al. 1967).
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