v. Enseñanza, Instrucción
Job 11:4 tú dices: Mi d es pura, y yo soy limpio
Isa 29:24 y los murmuradores aprenderán d
Mat 7:28; 22:33
Doctrina (heb. generalmente leqaj, «enseñanza «; gr. didaskalía, «acto de enseñar», «enseñanza «; didajé, «enseñanza», generalmente lo que se enseña). 336 Término frecuente en el NT que puede denotar el acto de enseñar (1 Tit 4:13; 5:17), pero más frecuentemente designa el contenido de la información o ideas que se trasmiten (1:10; etc.). Didaskalía se usa en el sentido activo de dar instrucción (Rom 15:4) y en el sentido pasivo de instrucción (Mat 15:9).
Fuente: Diccionario Bíblico Evangélico
(ensenanza).
1- De Jesús: Es de origen divino: (Jn.7.
16-17); tiene poder y rectitud: (Mat 7:28, Mat 22:16), y es causa de admiración: (Mat 7:28, Mat 22:33, Mar 1:21, Mar 11:18).
2- De la Iglesia: Quien oye a la Iglesia, oye a Cristo; quien desprecia a la Iglesia, desprecia a Cristo, Luc 10:16, Mat 10:40. Cristo le dio a su Iglesia el «poder de infalibilidad» en Mat 16:19 y 18:18; y el deber de confirmar a los hermanos en la fe, y de apacentar a las ovejas de Cristo: (Luc 22:32, Jua 21:15-17, Jua 13:20).
Diccionario Bíblico Cristiano
Dr. J. Dominguez
Fuente: Diccionario Bíblico Cristiano
Enseñanza. En el AT significa †œaquello que se recibe† (†œGoteará como la lluvia mi enseñanza† ). En el NT se utilizan varias palabras, mayormente didaquë, unas treinta veces y didaskalia, unas diecisiete veces. Cuando el Señor Jesús enseñaba †œla gente se admiraba de su d.; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas† (Mat 7:28-29; Mar 1:22; Luc 4:32). él les decía: †œMi d. no es mía, sino de aquel que me envió† (Jua 7:16). Al mismo tiempo, les advertía que se guardaran †œde la d. de los fariseos y los saduceos† (Mat 16:6-11) porque era hipocresía y porque estaban †œenseñando como d. mandamientos de hombres† (Mat 15:9). Después de Pentecostés, los convertidos †œperseveraban en la d. de los apóstoles† (Hch 2:42). Los primeros cristianos ponían gran empeño en educar a los nuevos convertidos (Rom 12:7; 1Co 12:28-29). El apóstol Pablo advierte que en los postreros días †œalgunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a d. de demonios† (1Ti 4:1) y que †œvendrá tiempo cuando no sufrirán la sana d.† (2Ti 4:3). Los pastores deben esforzarse en hablar †œlo que está de acuerdo con la sana d.† (Tit 2:1).
Fuente: Diccionario de la Biblia Cristiano
(-> autoridad). La doctrina o didajé cristiana no puede entenderse en línea teórica, ni como un conjunto de proposiciones articuladas en forma de sistema de fe, ni es tampoco una enseñanza relacionada con las diversas interpretaciones de la Biblia. Ella aparece, más bien, como poder de transformación y curación humana. «La gente se admiraba de su enseñanza, porque los enseñaba con autoridad y no como los escribas… ¿Qué es esto? ¡Una doctrina nueva con autoridad! ¡Manda incluso a los espíritus impuros y éstos le obedecen!» (Mc 1,21-27; cf. Mc 4,2; 11,18; Mt 7,28; 22,33). Los escribas desarrollan de forma escolar el sentido de las tradiciones y leyes, tal como han sido codificadas después en la Misná*, en una línea distinta de la que ofrece el Evangelio (cf. Mc 12,38). Jesús, por el contrario, ha proclamado una enseñanza nueva (didakhe kainé: Mc 1,27) con libertad-autoridad (exousia) porque puede curar a los enfermos. Sacerdotes y escribas sacralizan con leyes el orden de este mundo: no son autoridad para crear, sino para sancionar las instituciones existentes. Jesús, en cambio, ha proclamado su palabra sanadora, porque cura y limpia a los oprimidos de la sacralidad ritual antigua, abriendo un camino de gracia y de vida por encima del sistema. Lógicamente, aquellos que dominan a los otros, controlando sus cuerpos, de un modo social (soldados) o sacral (sacerdotes), pensarán que es peligroso y le acabarán matando. En la línea de Jesús, la doctrina de la Iglesia ha de expresarse como autoridad sanadora, al servicio de la transformación del hombre, y no como doctrina oficial, recogida en documentos teóricos. En ese sentido ha de entenderse la didajé de Cristo (cf. 2 Jn 1,9), que es la didajé de los apóstoles (Hch 2,42).
PIKAZA, Javier, Diccionario de la Biblia. Historia y Palabra, Verbo Divino, Navarra 2007
Fuente: Diccionario de la Biblia Historia y Palabra
Fuente: Diccionario Vine Nuevo testamento
Las veces que aparece en el AT, la palabra se traduce de términos que denotan lo que se ha recibido u oído. En el NT didachē y didaskalia se derivan de la raíz «enseñar» y pueden significar el acto de enseñar o el contenido de lo que se enseña.
La doctrina es la enseñanza de la Escritura en términos teológicos. Difiere del dogma (véase) en que no connota una afirmación eclesiástica autoritativa sino más bien es la materia prima de la palabra de Dios que los concilios usan en la formulación de la verdad teológica en formas definitivas y a veces polémicas.
En las discusiones comunes, la doctrina se usa a veces en contraste con la vida espiritual. Sin embargo, un uso antitético es desafortunado, porque estos dos elementos se complementan. Cuando Pablo habla de «sana doctrina» (1 Ti. 1:10; Tit. 2:1) parece afirmar que la verdadera doctrina es vivificante.
Everett F. Harrison
Harrison, E. F., Bromiley, G. W., & Henry, C. F. H. (2006). Diccionario de Teología (190). Grand Rapids, MI: Libros Desafío.
Fuente: Diccionario de Teología
En el AT esta palabra aparece principalmente como traducción de leqaḥ, que significa «lo que se recibe» (Dt. 32.2; Job 11.4; Pr. 4.2; Is. 29.24). La idea de un cuerpo de enseñanza revelada se expresa principalmente con el vocablo tôrâ, que aparece 216 veces y se traduce «ley».
En el NT se emplean dos palabras. Didaskalia significa tanto el acto como el contenido de la enseñanza. Se usa en relación con la enseñanza de los fariseos (Mt. 15.9; Mr. 7.7). Aparte de una mención en Colosenses y una en Efesios, está limitada a las epístolas pastorales (y parecería referirse con frecuencia a algún cuerpo de enseñanza utilizado como regla de ortodoxia). didajē aparece en un mayor número de partes del NT. También puede significar ya sea el acto o el contenido de la enseñanza. Se menciona en relación con la enseñanza de Jesús (Mt. 7.28, etc.), que según él mismo afirmaba era divina (Jn. 7.16–17). La doctrina cristiana comenzó a ser formulada después de Pentocostés (Hch. 2.42), tomando la forma de instrucciones impartidas a los que respondían al kērygma (Ro. 6.17). Había miembros de la iglesia cuya función oficial consistía en enseñar dicho cuerpo de doctrina a los recién convertidos (p. ej. 1 Co. 12.28–29). Para el contenido de la didajē, véase E. G. Selwyn, The First Epistle of St Peter, 1946, ensayo II.
R.E.N.
Douglas, J. (2000). Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion. Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.