¿Te dieron ganas de comer algo y estás harto de meter la mano en el paquete de galletitas? ¿Te tienta un sandwichito y no tenés pan? ¿Tus intentos pasteleros no pasan de cucharear el pote de dulce de leche? No te preocupes: acá te enseñamos cómo hacer los mejores waffles de tu vida.
¿Waffles? ¿Esos que se ven en los desayunos de todas las películas y series yanquis? Sí, esas masas cuadriculadas y esponjosas que suelen bañar con jarabe de arce y chocolate que sale de pomo. ¿Pero no son re complicados de hacer? Cero. Vos seguí este paso a paso, que es a prueba de principiantes.
¡Pero no tengo wafflera! Uffffff. ¡Basta de poner poner palos en la rueda, che! No importa si no tenés wafflera. Los podés hacer igual.
¿Cómo hacer waffles?
Lo básico de la pastelería: 1 huevo, 1 taza y ¼ de harina 0000, 80 g de azúcar, 1 taza de leche, 1 cda de manteca o 2 cdas de aceite neutro, gotas de esencia de vainilla, pizca de sal, 1 cdita de polvo de hornear y ya. Opciones: ¿tenés harina leudante? Usala y no le pongas polvo de hornear. ¿Querés mezclar la harina blanca con integral? Ok, un poco y un poco. ¿Sólo integral? Mmm… no lo recomendamos. ¿Los querés salados? No le pongas azúcar ni esencia de vainilla y podés agregarles mil cosas: queso, semillas tostadas, sal, especias. ¿Todavía no te decidiste? Hacelos neutros, ni una cosa ni la otra. Después ves.
Paso 1
En un bol grandote mezclá los ingredientes para los waffles. Pero ojo: no pongas toda la leche ni la harina de una. Poné un poco y andá mezclando con un batidor de varillas. Te va a resultar más fácil así y de paso vas disolviendo los grumos que pueden aparecer (Te acabamos de dar el mejor tip de tu vida. De nada). ¿Tenés licuadora? Apretá las teclas nomás: podés poner todo junto que la maquinola hace lo suyo.
Paso 2
Mezcla de waffle que se mezcló, mínimo media hora a la heladera. ¿Para qué? Para que se hidrate la harina. Cuando la saques, tendrá más consistencia y los waffles saldrán bien esponjositos. Justamente, esta es una diferencia importante con los panqueques, que casi llevan los mismos ingredientes. Los waffles son más altos, mulliditos, crocantes apenas por fuera y suaves por dentro.
Paso 3
La wafflera. Si tenés esta máquina del demonio que está arrinconada al fondo del mueble de cocina, desempolvala. En general todas funcionan más o menos igual. Hay que pintarlas con aceite, manteca derretida o rocío vegetal, para que los waffles no se peguen. Dejás calentar las dos placas y cuando cambia la lucecita de rojo a verde ponés la masa en los moldes cuadriculados. Ojo, llená los contenedores, pero no te zarpes. Típico que rebalsa y la mesada se convierte en un engrudo imposible. Dejalos cocinar, vas a ver que sale humito, no temas. A los 4, 5 minutos podés pispear, pero seguro les falta un toque de cocción. Cuando están dorados como a vos te gustan (no más de 8 minutos, depende de cada máquina), están.
Paso 4
Mientras esperás que se cocinen, podés preparar los toppings. Y acá entra en escena la famosa frase: «¿Cuánto es mucho?». Si los hiciste dulces, todo vale: dulce de leche, miel, mermeladas, granola, frutas, crema, chocolate. Si fueron salados, también: queso, jamón, rúcula, tomate, huevo en el formato que quieras.
Plan B
La gracia de los waffles es la forma cuadriculada, que permite contener cualquier relleno. Pero que la forma no sea un límite. No tenés wafflera, aquí van opciones.
¿Tenés sandwichera? ¡Sirve! O la técnica más clásica: calentá una sartén, pintala con un poquito de manteca, poné un cucharón chiquito de masa y cociná por ambos lados. No serán waffles cuadriculados, se parecerán más a un hotcake, pero ¡serán iguales de ricos!
ChocoWaffle
La receta dice que lleva 1 ¼ taza de harina. ¿Y si el ¼ lo reemplazás por cacao amargo? Vas a hacer waffles de chocolate y serás le reine de la tarde.
Data para curiosos
¿Los waffles son un invento yanqui? Noooo. Son muy antiguos, se comían en la Bélgica medieval. Se cocinaban entre dos planchas de hierro caliente que tenían unas asas de madera. Las palabras «waffle» y «wafers» (oblea), derivan del mismo vocablo del alemán antiguo, wafel, que también se relaciona con palabras que significan «tejido» y «panal de abeja», lo que podría ser el precursor de la cuadrícula en el waffle actual.
La palabra wafel derivó en el gaufre francés, que con el tiempo se convirtió en las gaufrette, las galletas de oblea rellenas de algún tipo de crema, casi siempre chocolate.
En la actualidad, los waffles se dividen en tres tipos diferentes: americanos, belgas y los de Liège. La principal diferencia es que los primeros llevan polvo de hornear en la receta y suelen ser redondos, mientras que los waffles belgas utilizan levadura, por eso son más gruesos y suelen ser cuadrados. El waffle de Liège se considera el waffle original y fue inventado en la ciudad belga del mismo nombre. También utiliza levadura en su preparación, es más denso y pequeño, con bordes irregulares. Ja, ya podés cancherear.
Listo, va la receta de la masa básica. Tentate tranquilo:
Waffles dulces (8/10 piezas)
INGREDIENTES
1 huevo
1 cdita de esencia de vainilla
2 cdas de aceite neutro o dos cdas de manteca pomada
100 g de azúcar común o impalpable
1 pizca de sal
2 cditas de polvo de hornear
1 y 1/4 tazas harina 0000
1 taza de leche (240 ml)
PREPARACIÓN
En un bol mezclá con batidor de varillas el huevo con la esencia de vainilla, las cucharadas de aceite y el azúcar. Para que no queden grumos, incorporá la mitad de la harina y la mitad de la leche. Cuando todo esté integrado, agregá la harina y la leche que faltan. Mezclá bien, tapá con papel film y llevá a la heladera mínimo media hora.
Calentá la wafflera eléctrica (y si bien en general vienen teflonadas, por las dudas pinta ambas partes con aceite, manteca o rocío vegetal).
Disponé la masa cubriendo la superficie de la wafflera. Cuidado con la cantidad porque la mezcla tiene polvo de hornear, o sea que crecerá en la cocción.
Una vez dorados los waffles, servilos con lo que más te guste: miel, dulce de leche, chocolate, frutas, crema. O un abanico de toppings salados. Very top.